El último informe forense que encargó el juez que investiga la muerte de la tía política del actor Luis Lorenzo concluye que "no existen datos objetivos de intoxicación aguda por cadmio o manganeso", en contra de lo que afirmaba el informe de la autopsia, y sostiene que la falta de más datos impide determinar la causa del fallecimiento.
El magistrado Ignacio Arconada, que sustituye temporalmente a la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 9 de Arganda del Rey (Madrid), encargó el pasado mes de abril un informe conjunto de dos forenses sobre la autopsia que se hizo a María Isabel Suárez tras su muerte el 28 de junio de 2021. El informe estudia además los informes médicos de la fallecida y los informes toxicológicos.
En el momento de la muerte la anciana, de 85 años, vivía con su sobrina Arancha Suárez Palomino y la pareja de ésta, el actor Luis Lorenzo, y cuando murió algunos familiares de la fallecida sospecharon de que podría tratarse de una muerte no natural y solicitaron una autopsia que determinó que se trató de una muerte de etiología homicida, por envenenamiento con cadmio y manganeso.
Luego varios peritos apuntaron que la muerte pudo ser natural, por un trasvase postmortem de esos metales pesados, en un caso en el que la Guardia Civil mantiene que los dos investigados causaron la muerte a la anciana para quedarse con su dinero.
Ahora el informe pericial llevado a cabo por los doctores María Teresa Agüero y Javier Díaz, que en principio sería el definitivo en el caso, concluye que "no existen datos objetivos de intoxicación aguda por cadmio o manganeso" ya que no hay hallazgos de esos metales en las vías respiratorias ni en los órganos.
"La médico forense que realizó la autopsia llegó a la conclusión de intoxicación aguda por metales pesados teniendo en cuenta únicamente los resultados obtenidos de la muestra de sangre, cuyos valores de referencia han sido establecidos para adultos vivos, ya que en la actualidad los rangos de referencia post mortem establecidos son limitados e inexistentes para el cadmio y el manganeso", añade el documento al que ha tenido acceso EFE.
Explican los peritos que, como expuso un informe del hospital Gómez Ulla, se pudo tratar de una redistribución tras la muerte.
Y destacan que tras la muerte solo se analizaron dos órganos, "no pudiendo determinarse la causa exacta del fallecimiento debido a los escasos estudios realizados".
Sobre los supuestos malos tratos que podría haber recibido María Isabel, el informe sostiene que en su cuerpo "solo se observan lesiones físicas compatibles con una caída y acordes a los antecedentes patológicos".
Sobre su estado de salud subraya que María Isabel "presentaba antecedentes de enfermedades crónicas de larga data" como hipertensión arterial, diabetes, temblor esencial, ansiedad, insomnio, glaucoma e insuficiencia venosa crónica, y que desde 2017 sufrió caídas casuales que pueden relacionarse con su estado de salud.
En el último año de vida se le diagnosticó un deterioro cognitivo de demencia por Cuerpo de Lewy, y "existen datos objetivos que reflejan que hubo un buen seguimiento facultativo de estas patologías, así como buen seguimiento de las pautas farmacológicas".
El letrado de la pareja investigada, Francisco Pérez Platas, ha valorado el contenido de este informe, se ha mostrado prudente y ha adelantado que solicitará el archivo de la causa.
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