Tras la presunta agresión sexual a una joven en una discoteca de la ciudad condal el pasado 30 de diciembre por parte de Dani Alves, muchas han sido las especulaciones que han salido acerca de Joana Sanz. La modelo decidía apoyar a su pareja las primeras semanas, pero después de sufrir una presión mediática inaguantable avisaba, a través de sus redes sociales, que su relación con el jugador de fútbol había llegado a su fin.
Ahora, intentando retomar su vida y seguir con sus proyectos profesionales, Joana ha viajado hasta Barcelona para poner punto y final a su historia con Dani. Al parecer, tal y como nos confirmaba ella misma hace unos días, ambos están inmersos en los trámites de divorcio, aunque su expareja "se está negando" a firmarlo "y eso lo complica todo".
Las cámaras de Europa Press han sido testigo de cómo Joana ha comenzado ya su mudanza y ha abandonado la casa que compartía con Alves en Barcelona. Tras anunciar hace una semana en Instagram que iba a empezar una nueva etapa en Madrid, la modelo ha contratado una furgoneta de alquiler para trasladar el gran número de cajas que tiene almacenadas en la casa del futbolista a su nueva residencia.
No hay vuelta atrás. Joana está completamente decidida a comenzar su vida por separado y desea, más que nada, firmar ya el divorcio con Dani para que esta pesadilla, que le ha salpicado de lleno, acabe de una vez. Esta semana, hablábamos con la modelo y lo cierto es que notábamos un cambio en su actitud... ahora vuelve a sonreír y está más empoderada que nunca en esta nueva etapa.
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