Lleva un par de días protagonizando titulares por el gesto tan entrañable que tuvo con Fran Álvarez desde que su exmarido falleciera. Ahora, sin embargo, conseguía volver a estar en boca de unos pocos por sus nuevas declaraciones acerca de Miguel Marcos desde el plató de Sálvame.
Todo comenzaba al hablar de Jesulín de Ubrique, persona que tiene una conversación pendiente con su hija desde hace cinco años. La colaboradora de televisión defendía que María José Campanario no es la responsable ni mucho menos la culpable de su relación con su hija. Aseguraba alegrarse enormemente de que el torero haya sido tan bien acogido en televisión los últimos meses. También aprovechaba para aclarar que ella misma le ha prometido a su hija que nunca hablaría de su padre, algo que él también ha cumplido.
Aún así, utilizaba el momento para mandarle un mensaje "creo que la vida no te ha tratado muy bien porque te veo hasta mayor" y terminaba deseándole lo mejor al que fue su marido. De un momento a otro, Belén Esteban se ponía seria para mirar a cámara y hacer una de las declaraciones de amor más sorprendentes de la temporada.
Emocionada y con lágrimas en los ojos, agradecía a su padre, a su madre, sus hermanos y su cuñada lo mucho que le han apoyado siempre respetando su intimidad y sin la necesidad de acudir a la televisión. A punto de derramar las lágrimas, dedicaba unas palabras a Miguel Marcos: "a una persona que se llama Miguel, que ese ha sido el verdadero padre de mi hija. Gracias, cariño".
Terminaba su intervención en el programa recordando que aunque Jesulín tenga a su familia, ella tiene una familia que no cambiaría por nada del mundo compuesta por Miguel y lo que más quiere en el mundo. Con un "te quiero" y un "gracias", el público de plató no pudo aguantar más la emoción y comenzó un aplauso de varios minutos para la colaboradora.
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