Recién llegada de su viaje de cooperación a la India como directora del Área Internacional de la Obra Social La Caixa, la Infanta Cristina aparecía por sorpresa este miércoles en el Palau Sant Jordi para disfrutar del último encuentro del Barça de balonmano y del homenaje que el club hizo al excapitán del equipo Víctor Tomás.
Un acto muy especial para todos los que conocen al exjugador que, como no podía ser de otro modo, su ex marido tampoco se quiso perder, produciéndose un incómodo reencuentro entre los ex duques de Palma en las gradas del pabellón. Con su hijo Pablo Urdangarín sentado en el medio de ambos, Doña Cristina e Iñaki no intercambiaron palabra ni tampoco miradas, aunque se mostraron sonrientes y de lo más comunicativos con las personas que les rodeaban.
Se trata de la primera vez que el todavía matrimonio se ve las caras después de que se haya filtrado que no formalizarán su divorcio hasta que su hija menor, Irene, cumpla 18 años en junio de 2023, a pesar de que la relación de Urdangarín y Ainhoa Armentia está más que consolidada y se rumorea que ya podrían compartir piso en Vitoria.
Alargando su estancia en Barcelona antes de regresar a Ginebra - donde reside con su benjamina - la Infanta Cristina se ha convertido en la ilustre e inesperada espectadora del último entrenamiento en la Ciudad Deportiva del Barça, demostrando la especial relación que mantiene con su hijo Pablo.
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