El director del Instituto Nacional de Toxicología, Antonio Alonso, ha explicado ante la jueza que investiga la muerte de la tía del actor Luis Lorenzo que el fallecimiento pudo no deberse a un envenenamiento porque la alta concentración de metales pesados en su cuerpo podría deberse a un trasvase postmortem.
La jueza madrileña que investiga la muerte de María Isabel Suárez, por la que mantiene investigados a su sobrina Arancha Suárez y al marido de ésta, el actor Luis Lorenzo, ha tomado declaración este jueves al director del Instituto Nacional de Toxicología, a otra responsable de este organismo, a dos neurólogos y la directora de una sucursal bancaria, han informado a Efe fuentes jurídicas.
Antonio Alonso ha explicado que, como dijo en una entrevista en un periódico el pasado mes de junio, cabe la posibilidad de que la anciana, de 85 años, no muriese envenenada por ingesta de cadmio y manganeso, como apuntaba la autopsia, que determinó que la muerte fue de etiología homicida.
El motivo es que hay estudios hechos en países como Estados Unidos que determinan que la alta cantidad de metales pesados hallados en la sangre de un fallecido se debía a un trasvase tras la muerte: los metales pesados se redistribuyen desde los órganos que se van descomponiendo hasta la sangre, que termina acumulándolos.
A preguntas de las partes ha detallado que si la mujer hubiese sido envenenada los niveles de cadmio y manganeso en sangre serían parecidos.
Otra responsable del Instituto Nacional de Toxicología ha relatado a la magistrada que, tras la declaraciones de su jefe en las que apuntó esa posibilidad en junio, ella fue a Asturias a hablar con la forense que practicó la autopsia, por si se consideraba necesario llevar a cabo una ampliación de la misma, lo que finalmente no se contempló en ese momento porque debía pedirlo el juzgado, detallan las fuentes.
La declaración del director del Instituto Nacional de Toxicología coincide con la que hizo en el juzgado a finales de junio la jefa del Servicio Químico del mismo, quien sostuvo que no se puede descartar que la víctima muriese por causas naturales.
No obstante esta facultativa no contradijo el resultado de la autopsia.
Este jueves también han declarado ante la jueza que lleva el caso dos neurólogos del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, que han sostenido que la anciana sufría una demencia que avanzó rápidamente para la que le dieron los fármacos adecuados, aunque otra cosa es cómo se administraran, según detallan las fuentes.
Han defendido que no vieron nada raro en el deterioro de la mujer, que en pocos meses pasó de ser autónoma e independiente a no poder valerse por si misma, con una demencia avanzada.
También ha declarado la directora de la sucursal bancaria en la que la anciana tenía su cuenta, que ha relatado que Luis Lorenzo se hizo pasar por abogado para sacar dinero, pero ella no lo permitió porque sabía que María Isabel tenía capacidad para hacerlo por si misma.
La muerte de María Isabel Suárez tuvo lugar el 28 de junio de 2021 en el domicilio de Rivas Vaciamadrid de Luis Lorenzo y su pareja, Arancha Suárez, quienes trasladaron el cuerpo a Asturias para su entierro, momento en el que el hermano de la fallecida sospechó que la muerte podría no ser natural y lo denunció a la Guardia Civil, solicitando una autopsia.
Desde entonces, la Benemérita investigó durante cerca de un año a Luis Lorenzo y Arancha Suárez por presuntamente acabar con la vida de la octogenaria con el objetivo de quedarse con su herencia.
Además de a la pareja la jueza mantiene investigada en la causa a la mujer que cuidó a la anciana en los últimos meses de vida.
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