Por más que lo pienso, y a pesar de algunos errores que no deben de pesar tanto, creo que Zamora ha hecho un trabajo excelente. Siempre se habla de “es que es Zamora junto a Viqueira y…” pero eso no pasa del rumor de taberna. El que pone la cara es Zamora, y es sobre el que será juzgado. El hecho de que tenga contactos o gente que le ayude forma parte de su trabajo, y es incluso más positiva la sinergia existente en la colaboración.
Voy a empezar con esos errores, cuya palabra es subjetiva y requiere matices dependiendo del momento. Para mí, finalizado el plazo de fichajes se han hecho dos cosas que yo no hubiera hecho: dar la baja a Carlos Fernández en vez de a Carlos Martínez y quedarnos con una defensa tan corta en efectivos. Es fácil de decir, pero yo mismo lo matizo. Entiendo la salida de Fernández al tener más mercado y ser más asequible su rescisión. Y entiendo que se buscara un nivel en defensa que quizás no se ha dado, aunque me queda algo coja la posición y habrá que esperar a enero para reforzarse.
Pero ahora vamos a lo positivo, y aquí puedo explayarme, lo que creo que es muy importante para la valoración final del trabajo de Zamora. El equipo tiene una versatilidad ofensiva increíble, con muchos jugadores para la línea de mediapuntas, un once titular (aunque pueden ser trece o catorce titulares) muy óptimo y una mezcla de experiencia y juventud que mejorará la ambición del conjunto. Un equipo hecho para Alberto Monteagudo, sin dudas. Entre ellos, a priori, contamos con jugadores que han venido para ser clave: Quique Rivero, Nano, Óscar Ramírez, Chuli, Rubén Cruz o Isi Ros. Pero es que algunos con teórico menor cartel por los minutos disputados están dejando unas sensaciones estupendas como Alfonso, Gustavo o el descubrimiento de Gerard Vergé.
El Trofeo Colombino solo hizo asegurarme de que tenemos, aunque no lo parezca, un buen fondo de armario con los jugadores del filial: Pepe, Diego Domínguez, Fernando Vargas o Fran pueden ser muy útiles durante la temporada si acaban existiendo lesiones o sanciones.
Y lo mejor para mí es que creo que nos vamos a divertir. No nos engañemos, lo mejor del fútbol es ganar. El año pasado se ganaba jugando al catenaccio y esta vez somos unos locos de lo ofensivo que mejora poco a poco en lo defensivo. Los dos porteros han dejado buenas sensaciones, y si la presión es alta, aunque nos cojan la espalda alguna vez, es un precio justo por tener todo ese potencial delante. De todos modos, en caso de necesidad, siempre es más fácil destruir que crear.
¡Buen trabajo!
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