Hace unos días expuse en las redes sociales mi opinión y visión sobre la imagen que se daba de los plenos en algunos ayuntamientos de Huelva, siendo sus participantes modelos de referencia para la ciudadanía, a la que daban un ejemplo poco acertado, y lo curioso fue la reacción de algunos internautas que, pública o de forma privada, comentaron que ignoraban el desarrollo del mismo y, en algunos casos, desconocían hasta su existencia, hecho preocupante que me sorprendió negativamente, teniendo en cuenta que la asistencia a dichos actos es libre.
Ante respuestas de esta índole, me surgen preguntas desconcertantes que he llevado a la práctica, preguntando a vecinos y compañeros sobre algunas cuestiones sencillas sobre la política en general y algunos programas en desarrollo de interés laboral o social... fomentando con ello mi inquietud sobre la información que realmente tienen los ciudadanos sobre los instrumentos y mecanismos políticos, las divisiones existentes, concejalías, etc. ,y más concretamente, las distintas vías de acceso a las posibles ayudas y formaciones profesionales que se ofertan para minimizar las múltiples necesidades por las que muchos onubenses están pasando.
Está claro que existen carencias informativas sobre estas cuestiones tan necesarias para el desarrollo social, familiar y laboral; formaciones específicas que garanticen, no sólo el conocimiento del tejido político en general; esa cultura política de la que se habla mucho, que particularmente creo relevante, también las vías de accesos a cualquier subvención y/o contratación y sus respectivos requisitos, en la que muchos vecinos y compañeros desconocen o desconfían por la negativa información constante que se lee en los medios y redes sociales. En estos terrenos, la información es un poder necesario que debería estar en manos de todos los ciudadanos, que debería ser plasmada en modos y formas, para que llegue a todos los sectores sociales en un lenguaje comprensible y una estructura clara y facilitadora.
En estos tiempos que vivimos, en los que la política se aleja en demasía de la sociedad, en los que las brechas cada vez son más abiertas por las noticias constantes sobre delitos de líderes políticos, deberían existir estrategias que contrarresten el rechazo actual, que acerquen a la sociedad a los distintos organismos gubernamentales, abriendo canales de carácter informativos que motiven a los ciudadanos a confiar en las administraciones, rompiendo con esa desconfianza que confunde una parte por el todo. Se deben buscar alternativas desde perspectivas diferentes, que vayan más allá del voto y que prioricen al ciudadano como verdadero protagonista y objetivo fundamental de toda acción política.
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