Isla Cristina otorga la Medalla de la Ciudad al escultor Carlos Silva

Publicado: 27/04/2016
Con ello se reconoce la gran labor de este artista, que ha engrandecido el patrimonio isleño y el nombre de la localidad con su obra
El salón de plenos del Consistorio isleño ha acogido este lunes el acto de entrega de la Medalla de la Ciudad al escultor local Carlos Silva, en reconocimiento a su aportación al ámbito de la cultura y al mundo del arte isleño a lo largo de toda su vida profesional.

El acto reunía, en torno al mismo, un nutrido número de representantes del ámbito social y cultural de la ciudad, familiares y amigos, así como a la Corporación municipal isleña.

El acto arrancó con la lectura del acta del pasado pleno ordinario del mes de marzo, en el que se aprobó por unanimidad otorgar la Medalla de la Ciudad a Carlos Silva.

Seguidamente tomaron la palabra los portavoces de los distintos grupos políticos municipales, quienes además de felicitar al galardonado coincidieron en afirmar que Carlos Silva “es uno de nuestros mejores artistas, un artista cuyas manos han sabido siempre plasmar el sentimiento de nuestro pueblo a través de sus esculturas”, a lo que añadieron que es un reconocimiento más que merecido y es un orgullo poder vivir este momento con un artista de la categoría de Carlos Silva Escobar.

La alcaldesa, por su parte, afirmó que “para mi es todo un orgullo poder estar junto a Carlos Silva, representando a todo un pueblo que tanto le debe y reconociendo la gran labor que ha hecho por Isla Cristina siendo un pilar fundamental del arte y de la cultura isleñas”.

Acto seguido se produjo el momento más esperado, la imposición de la Medalla de la Ciudad al galardonado, la cual recibió visiblemente emocionado.

Carlos Silva firmó posteriormente en el libro de honor del Ayuntamiento, donde agradeció “este reconocimiento”.

EXPOSICIÓN

Tras la imposición de tan distinguido galardón se inauguró una exposición-homenaje al escultor instalada en el hall de Teatro Municipal Horacio Noguera, en la que se muestran cincuenta obras cedidas por el autor de los trabajos hasta el próximo 15 de mayo. La misma contó con la participación del cantante fadista ayamontino Juan Santamaría, acompañado a la guitarra por José Antonio Orta ‘Cochero’, que interpretaron ‘Luna de abril’ y ‘Lisboa antigua’.

CARLOS SILVA

Carlos Silva Escobar nació en Isla Cristina el 15 de octubre de 1925. Su familia vivía en la casa de sus abuelos maternos, en el número 50 de la calle San Juan. Esta vivienda, que aún hoy se conserva, se encuentra situada a levante de lo que fue el Central Cinema. Sus orígenes fueron José Augusto Silva Ferreira, natural de Lisboa y Carmen Escobar Nieves, de familia isleña. Su padre llegó con 16 años a Isla Cristina, junto con su abuelo, que vino contratado como soldador de latas de conserva de la fábrica de Juan Zamorano. Corría el año 1910.

Sus primeras letras las aprendió en el colegio Roque Barcia, ‘la escuelita privada’que dirigía don Serafín Soler Zarandieta, ilustre isleño. Su padre se había convertido por esas fechas en maestro salazonero del Consorcio por lo que su economía se lo podía permitir. En 1937, Carlos Silva ingresó en la Escuela de Artes y Oficios de la Santísima Trinidad, de Sevilla (Los Salesianos) según recogería La Higuerita anos más tardes en una gacetilla. No obstante, casi dos años después, el mismo semanario anunciaba que Carlos Silva ingresaba como aprendiz en el estudio del prestigioso escultor Mariano Benlliure, de Madrid. Contaba nuestro paisano con 19 años en aquel entonces. “Con Benlliure estuve cinco meses, ya Benlliure estaba muy mayor” me relataba con añoranza en aquella entrevista que no se realizó.

En 1947 Carlos Silva se traslado con su familia a Lisboa, donde vivía un tío suyo, estableciendo allí su residencia. Precisamente, por mediación de su tío, que se pelaba en la misma barbería que el celebre escultor Leopoldo Neves de Almeida, el joven Carlos fue admitido en el atelier del señor de Almeida, convirtiéndose en su discípulo. Tras cinco años trabajando en este prestigioso taller, lo dejó para marchar a Madrid. En la capital española permaneció seis meses, tras los cuales regreso a Lisboa. Entonces, pasado algún tiempo, se reincorporó al taller de Leopoldo de Almeida. En esta época se proyectó el Monumento a los Descubridores de Lisboa, cuya ejecución se encomendó al taller donde trabajaba Carlos Silva. Cuatro escultores a las órdenes de Almeida se ocuparían de modelar la obra, uno de ellos, era el isleño Carlos Silva. “Yo era el brazo derecho de mi maestro, Leopoldo de Almeida”, afirmaba en la entrevista que no me concedió.

Transcurrían los años entre 1956 y 1960. Carlos Silva no dejaría de visitar nuestra ciudad cuando tenía oportunidad, como lo hizo en enero de 1957. En esta ocasión, según las crónicas de la época, aprovechó para visitar al imaginero José Oliva y poder contemplar la obra que se encontraba tallando. Aunque la Higuerita no lo mencionó, debía tratarse del paso del Santo Entierro, apunto de concluirse para su estreno en la Semana Santa de 1957. Debió ser en 1960 cuando nuestro escultor fue condecorado en Lisboa por el Ministro de Obras Pública Portugués entre otras personalidades que asistieron al acto; se había concluido el Monumento a los Descubridores.

A finales de 1969, veintitrés años después de su primer viaje a Lisboa, Carlos Silva volvió a Isla Cristina con sus padres. “Regresé cuando mi padre cumplió los 75 años”. Se estableció entonces en su casa de campo, junto a sus ancianos padres. Ya entre nosotros realiza un primer boceto para el Monumento al Marinero, obra que se expuso en un escaparate de la calle del Carmen. Finalmente el diseño definitivo y el proyecto serían presentados en la Cofradía de Pescadores en el año 1971. En una entrevista concedida al diario Odiel en 1972 nos dice que su obra se encuentra en Portugal, Angola o Sudamérica, entre otros. Finalmente el conjunto escultórico proyectado para su pueblo natal sería inaugurado en julio de 1979.

En aquellos primeros años de la década, el Ayuntamiento que presidía Emiliano Cabot le encargó una imagen de la Virgen del Rosario, magnifica figura que desde entonces se encuentra en la sala capitular. Asimismo le fue encargado el conjunto del portal de belén que disfrutamos cada año. En la Navidad de 1976, según anuncio de la prensa fue instalado por primera vez, que se sepa, el belén del Ayuntamiento, el que se conserva en la actualidad, obra de Carlos Silva. La metopa con la imagen de Ntra. Señora del Mar que se encuentra en el antiguo local de la iglesia fue también una obra de las muchas que llevó a cabo en aquella época.

Años más tardes, cuando Carlos Silva fue incorporado como monitor del Taller Municipal de Artes Plásticas de Isla Cristina, nuestro periódico diría: “durante el curso que se va a iniciar, el 87/88 se contará además con un curso que promete ser de máximo interés, ya que las clases- es este caso serán de escultura- serán impartidas por el gran escultor Carlos Silva”. Durante cinco años nuestro escultor ejerció como maestro en el taller isleño hasta poco después de la edad de jubilación.

Actualmente, nonagenario, disfruta de su sosegado retiro en Isla Cristina.

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