Javier Cepeleaga nos atiende nada más terminar un entrenamiento con los casi 40 menores que integran el Club ‘El Campeón’. Este apasionado de la lucha libre, a la que se dedicó profesionalmente en su país, Moldavia, es licenciado en Educación Física y compagina su actividad deportiva con su actual profesión como transportista.

¿Como has acabado en Cartaya?

–Me dedicaba al deporte de alto rendimiento y sufrí un accidente. Necesitaba un descanso y mne vine a Faro con un primo mío, donde coincidí con otros amigos que vivían en Cartaya. Vine con ellos y me quedé. En principio me pensaba quedar solo unos meses, mientras replanteaba mi vida, pero encontré al principio trabajo en el campo recolectando naranjas, conocí a la que ahora es mi mujer, y el amor me hizo quedarme.

¿Porqué decides crear el Club de Lucha ‘El Campeón’?

–Cuando tienes una edad, una familia, una casa, un coche, trabajo y, en definitiva, estabilidad, quieres hacer lo que realmente te gusta y piensas sobre todo en el futuro de tus hijos. Creo que esto es una buena alternativa, y es lo que mejor se hacer.

¿Cómo fueron los inicios?

–Muy complicado. Aquí para cualquier cosa hay muchísima burocracia. Hay mucha falta de información sobre los requisitos que tenía que cumplir. Al principio eran todo puertas cerradas hasta que desde el Ayuntamiento, y ante mi insistencia, decidieron dar luz verde a mi proyecto. Recuerdo que desde el CADE de Cartaya su responsable, Pedro Tavira, fue quien me orientó sobre los pasos a seguir con el papeleo. 

¿Cuáles son tus objetivos?

–Mi máxima es o hacer las cosas muy bien, o no hacerlas. Y quiero que este club logre éxitos a nivel internacional. Pero éxitos deportivos ya que por dinero no merece la pena. Supone mucho esfuerco, y no está pagado.

Pero hablamos de una disciplina deportiva con poca implantación aquí...

–Creo que el problema es que la Federación no hace la mejor gestión. Y es que se trata de un deporte con mucha captación, muy atractivo, espectacular, sacrificado..., y que pese al enorme abanico de ocio con que cuentan los niños actualmente, sobre todo por la proliferación de las nuevas tecnologías, hay muchos menores dispuestos a sacrificarse para parcticarlo.

¿Cuándo se constituyó el club y cuál ha sido su evolución?

–Pues actualmente tenemos 36 menores. Empezamos de cero pero apostando sobre todo por la calidad. Nunca me ha obsesionado el número de niños tanto como que los que tengo estén realmente interesados en esto. Yo podría tener 70 alumnos tranquilamente, pero no los atendería igualmente. Por ponerte un ejemplo, la primera temporada empezamos con tres chavales y acabamos con 17. La segunda ya acabamos con 25 niños estables. Y esta ya vamos por 36, y si acabo el año con 30 para mi es ya todo un éxito. Pero repito, nuestro principal reto es tener chicos competitivos, porque a través de la competición educamos en valores como la superación, el respeto...

¿Qué cualidades debe reunir un niño que quiera dedicarse a practicar este deporte?

–Sobre todo mucho amor propio. El resto lo ponemos nosotros con nuestra metodología de trabajo, que es muy personalizada buscando en cada niño sus mejores cualidades. Unos tienen más fuerza, otros más velocidad, otros más inteligencia, y adaptamos nuestra formación a las cualidades de cada uno.  

¿Qué influye más, el aspecto físico o el psicológico?

–El físico no tanto. La gente tiene un concepto equivocado de este deporte y entiende que se trata de fuerza. Pues no es así, la lucha es inteligencia y táctica, pero sobre todo psicología. Al menos así lo entioendo yo, y así lo llevo a la práctica con mis alumnos.

Y los frutos del trabajo no han tardado en llegar...

–Estamos muy satisfechos porque tenemos ya 22 campeones andaluces hasta la categoría cadete, así como numerosas victorias y medallas en otros campeonatos, incluso a nivel internacional. Pero de lo que me siento más satisfecho es de que los niños no se han quemado y que tienen mucha ilusión por progresar y por seguir ganando títulos y torneos.

Has sido pionero en Huelva de este deporte...

–Sí, hemos sido el primer club, y somos el único en Huelva que se dedica exclusivamente a esta disciplina. Pero no me siento orgulloso por ello, pese a que me considero una persona muy orgullosa. Pero no estaré satisfecho al cien por cien hasta que no tengamos campeones de Europa, lo cual es muy difícil.

¿Cual es tu sueño?

–Consolidar el club hasta el punto de que cuando yo no pueda, alguien coja el testigo porque haya muchos niños que quieran practicar este deporte, y consolidarlo a nivel provincial. n