Con el objetivo de cardioproteger a los usuarios y trabajadores de los diferentes servicios de la Mancomunidad, al tiempo que cumplir con los criterios requeridos para la obtención de las certificaciones de calidad que ostenta el destino Islantilla en lo que respecta a seguridad en la playa y en los edificios públicos, la entidad intermunicipal que gestionan conjuntamente los Ayuntamientos de Lepe e Isla Cristina ha instalado cinco equipos de cardioprotección en los puntos de mayor afluencia de este enclave.
Concretamente, los desfibriladores externos automáticos (DEA) se han ubicado en los Puestos de Salvamento y Socorrismo Central y de Levante, en la Oficina de Turismo (para dar servicio también al edificio principal de la Mancomunidad), en el Centro de Formación CEFO y en el Centro Activo de Islantilla.
Todos estos espacios públicos abarcan al mayor número de potenciales beneficiarios del uso de este instrumento del total de residentes, visitantes y turistas que se concentran en este núcleo costero, especialmente durante los meses de la temporada estival, optimizando el radio de alcance de la medida.
Además de la instalación de estos cinco equipos DEA, la acción desarrollada por la Mancomunidad de Islantilla incluye la formación de personal de estos centros y servicios y su instrucción en el uso de los mismos.
En total son diez los profesionales de los citados centros quienes recibirán la mencionada formación de manos de SalvaVidas Cardio, empresa especializada en la implementación de servicios de cardioprotección adjudicataria del contrato.
Además de estos diez profesionales, la totalidad del equipo de socorristas de la Playa de Islantilla cuenta a priorio con esta formación, por lo que el número de personas instruidas para el uso de los equipos DEA en la zona se duplica.
Esta actuación se lleva a cabo en cumplimiento de la normativa vigente en Andalucía que exige la existencia de este tipo de equipos en los establecimientos públicos.
En la actualidad, más de 5.000 personas fuera del ámbito sanitario se forman cada año en técnicas de reanimación cardiopulmonar y uso de desfibriladores.
La normativa andaluza determina la formación mínima requerida en materia de reanimación cardiopulmonar, soporte vital básico y uso del desfibrilador, facilita el acceso a estos conocimientos y actualiza los requisitos, teniendo en cuenta la evidencia científica y las recomendaciones internacionales.
En este sentido, la norma especifica que, para poder realizar una primera atención de la parada cardiaca hasta la llegada de los equipos sanitarios, la persona tendrá que ser capaz de aplicar técnicas de reanimación cardiopulmonar básica y utilizar con rapidez y seguridad un desfibrilador externo automático. Los cursos de formación contarán con una introducción teórica con contenidos sobre la cadena de supervivencia, la parada cardiorrespiratoria, la reanimación cardiopulmonar básica y el uso de desfibriladores. Estas actividades formativas contarán también, al menos, con un 80% de prácticas y una metodología de aprendizaje que se base en la demostración por la persona docente.
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