Un dóberman pudo ser el perro que acabó a mordiscos con la vida de Dylan, un niño de cuatro años que falleció en la madrugada del pasado domingo en Lucena. Según varios testigos y avanza el Diario Córdoba, además del pastor belga malinois al que se apuntó en un principio, en la finca donde ocurrieron los hechos había dos dóberman y uno de ellos, según estos testigos, tenía restos de sangre. Precisamente la investigación de la Policía Nacional se centra en saber qué animal atacó al pequeño.
Lucena aún no sale de la estupefacción por los trágicos acontecimientos. La autopsia ya ha confirmado que el niño murió por los mordiscos de un perro.
El aviso al servicio 112 se produjo sobre las tres de la madrugada y el niño, ante la gravedad de las heridas en el cuello y en otras partes de su cuerpo, fue trasladado al centro de salud de Lucena, donde los sanitarios solo pudieron certificar su muerte.
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