Hablillas

Dos goterones

La diputada soltó que hay niños con derechos y niñas con derechas, continuando sin inmutarse hasta terminar su tiempo.

Publicado: 22/10/2018 ·
00:43
· Actualizado: 22/10/2018 · 00:43
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Autor

Adelaida Bordés Benítez

Adelaida Bordés es académica de San Romualdo. Miembro de las tertulias Río Arillo y Rayuela. Escribe en Pléyade y Speculum

Hablillas

Hablillas, según palabras de la propia autora,

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Llegaron los chaparrones y la bajada de unos grados en la temperatura. Bienvenido sea el deseado cambio de tiempo con sus ventajas e inconvenientes. La semana apuntaba maneras otoñales con propiedad y oportunidad, cubriendo de nubes el cielo para aprecio de la inigualable escala de grises que nunca se repite. También apareció la gota fría y lo hizo con furia. Y entre gota y chaparrones cayeron dos goterones que dolieron tanto como pedradas. Uno: la patochada del retraso intelectual bienal de los niños andaluces con respecto a los castellanos,  una prueba de ignorancia y de retraso también por parte de la voz lo lanzó, ya que eso se ha dicho desde antiguo de forma generalizada, sin pormenorizar, despreciando al trozo más grande y acogedor del mapa, que abre los brazos a todo el que llega, ofreciéndole buen clima, mejor comida y una nómina intelectual inmejorable, conformada por emperadores romanos, autores del siglo de oro, del 98 y del 27, así como músicos y pintores, por no continuar. Y todos de aquí.

El otro goterón ha sido titulado “rebuzno” por el periódico que lo divulga. Éste ha sido tan gordo y compacto como un cubo de hielo, que ha ido rebotando por la Web y poco le habrá faltado para hacerse viral. Es otro atentado contra el castellano, contra una de las lenguas más ricas del mundo, la nuestra. No debería de haber sido noticia pero tampoco se puede ignorar. Es un pateo diario al género común gramatical confundiéndolo, por enésima vez, con el sexo. Titulado como “rebuzno”, relata lo ocurrido durante la comisión ordinaria de Presupuestos, Economía, Empelo y Hacienda de la Asamblea de Madrid y aunque se tildó de lapsus linguae para suavizar ahí quedó, encerrado entre renglones, con una flecha sobre la imagen para reproducir.

La diputada soltó que hay niños con derechos y niñas con derechas, continuando sin inmutarse hasta terminar su tiempo. Un hecho que no es nuevo, que nos remite al chocante “portavoces y portavozas”. Aquí habría que hacer una pausa o dejar de escribir, ya que se quiere justificar como una reinvención del lenguaje. Cierto que evoluciona integrando extranjerismos, neologismos, términos coloquiales, pero este varapalo lleva a pensar en burla, porque si realmente están convencidos de lo que dicen, nuestra lengua no lo merece. Como tampoco merece el titular que se le da dado a esta noticia virtual, el sonido vocal del asno, claro, breve, rotundo. Los goterones, en cambio, son fríos, impertinentes, condenados a estrellarse.

 

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