El abogado de la familia del soldado sevillano Carlos León, fallecido junto a un cabo en unas maniobras en la base de Cerro Muriano, Luis Romero, ha asegurado que las primeras declaraciones confirman que se trata “del mayor escándalo en el Ejército en los últimos años”.
En declaraciones a los periodistas ante la Delegación de Defensa en Sevilla, desde donde ha comparecido por viodeollamada en las declaraciones que tienen lugar en el Tribunal Togado Militar Central número dos de Madrid, Romero ha señalado que, tras escuchar a un cabo y a un teniente coronel que han comparecido como testigos, “se demuestra” la tesis de la acusación.
En este sentido ha destacado que “no es un homicidio por imprudencia, sino por dolo eventual y por omisión”, y ha enfatizado que uno de los testigos ha concretado que “cuando vio el lugar donde se colocaba la cuerda guía, que no de vida, le pareció una locura”.
Ha relatado que un teniente coronel ha confirmado que hizo unos ejercicios similares en el mismo lugar en junio de 2022, “pero entonces le llegaba el agua a la rodilla a los militares”, con lo que las condiciones eran muy distintas a las del pasado diciembre, cuando se produjeron las dos muertes.
En esos ejercicios de junio, según el letrado, “se hicieron pruebas de estanqueidad de las mochilas”, y controles de salud de los soldados para comprobar que podían realizar el ejercicio, además de establecerse medidas de seguridad”, pero en diciembre pasado, el capitán investigado “dijo que me suda la polla (sic) y que todos para dentro”.
Para Luis Romero, las muertes de los dos militares se podrían haber evitado, pero los dos habrían sido víctimas “de las negligencias, tanto del capitán Zúñiga como del teniente Tato y, por omisión, de los jefes militares”, a los que también considera responsables de estas dos muertes.
Para el letrado sevillano, el ejercicio se realizó “sin los medios, ni las formas, ni la preparación” necesarios, y, para él, se confirma con estas primeras declaraciones que no tendría que haber participado el soldado Carlos León, “que solo llevaba seis meses en el Ejército”, y estaba en su periodo inicial de formación.
Este martes el juez militar toma declaración desde primera hora a tres testigos, un teniente y el capitán responsable directo de los ejercicios en los que fallecieron ahogados los dos militares, maniobras que consistían en el cruce de un lago y que se realizaron a temperaturas muy bajas.
Posteriormente, este miércoles, desde las 9.00 horas, está prevista la declaración de cuatro altos mandos aforados - dos coroneles, un teniente coronel y un comandante-, que formaban parte de la cadena de mando de la Brigada Guzmán el Bueno X, con base en Cerro Muriano.
Se tratan de los altos mandos que ejercían responsabilidades en la base cordobesa cuando se aprobó y se puso en marcha el Programa Básico de Instrucción sobre el que se basaron las maniobras mortales.
El próximo jueves, sobre las 10.00 horas, prestará testimonio el sargento investigado que era el responsable de la instalación de la cuerda que debía servir de guía para cruzar el lago con las adecuadas medidas de seguridad.
Con estas declaraciones se pondría fin, previsiblemente, a la fase de instrucción del caso a falta de que el juez dicte su auto de procesamiento en su caso contra los investigados que considere oportuno, además de los escritos pertinentes que aporten tanto la Fiscalía Militar como la acusación particular en nombre de los familiares de los soldados fallecidos.
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