El Ayuntamiento de Córdoba ha aprobado en el Pleno, con la unanimidad de todos los grupos, la ordenanza para las tabernas históricas de la ciudad, con el objetivo de crear y regular un distintivo que contribuya al reconocimiento, difusión, protección y conservación de estos establecimientos que, "por su singularidad, idiosincrasia, permanencia y trayectoria en el tiempo, forman parte de la identidad y autenticidad de Córdoba, lugares de encuentro social y atractivo autóctono para muchas generaciones de cordobeses y visitantes".
Según recoge la ordenanza, a la que ha tenido acceso Europa Press, el otorgamiento de este distintivo podrá ser utilizado como "elemento definitorio tanto por el área municipal competente en materia de Reactivación Económica, como por el resto de áreas municipales para que, en el ejercicio de sus respectivas competencias, puedan adoptar medidas de apoyo para la conservación, mantenimiento y promoción de este tipo de establecimientos".
Al respecto, se detalla que en el siglo XXI se viene produciendo "un fenómeno de estandarización en ciudades de todo el mundo, consistente en una tendencia a parecerse cada vez más, al compartir un creciente número de locales de restauración de las mismas marcas, lo cual resta atractivo a estas ciudades y dificulta el contacto entre el visitante y la cultura local".
Así, se expone que "es un hecho que existe el peligro de desaparición de establecimientos con décadas de historia y arraigo en la ciudad, tabernas históricas, que todos los cordobeses reconocen como una parte indiscutible de la historia, cultura, economía y modo de vida".
En este sentido, se destaca que la red de tabernas tradicionales de la ciudad mantiene "el patrimonio lúdico, festivo y comunicativo; están en las raíces, generan sentimiento de pertenencia, y son lugar de encuentro por antonomasia, elementos socializadores que crean nexos entre vecinos, formando parte del ritual y liturgia festiva".
Por tanto, se trata de "establecimientos tradicionales de indudable interés cultural y turístico, que además de representar un formato de negocio hostelero específico que propicia un fomento de las relaciones sociales entre propietarios y clientes, y de éstos entre sí, se desarrollan, en gran parte, en edificaciones o locales con valores histórico-artísticos singulares, incluyendo en ocasiones monumentales patios".
Asimismo, resaltan que "los locales destinados a estos negocios emblemáticos representan una particular forma de relación humana que constituye parte esencial de la vida cotidiana de la ciudad y contribuye a conformar su particular fisonomía", de modo que "su pervivencia en el tiempo supone que se hayan incorporado a la imagen de la ciudad, a la costumbre y al recuerdo colectivo, siendo un patrimonio material e inmaterial de Córdoba que forma parte de su calidad de vida como municipio".
Las tabernas históricas cordobesas han sido siempre lugares de encuentro y debate de intelectuales, toreros, artistas, artesanos o aficionados al flamenco, a la literatura y a la tertulia taurina, deportiva, política, etc. Se encuentran diseminadas por todo el casco histórico y son "orgullosas testigos de la historia de la sociedad cordobesa, habiendo contribuido al desarrollo de valores comunitarios como la tolerancia, el libre intercambio de conocimientos, la convivencia, el recuerdo, la integración y la amistad".
Por ellas han pasado, entre otros, Cervantes, Lope de Vega, Luis de Góngora, Julio Romero de Torres, Manolete, Ricardo Molina, el Grupo Cántico, Valle-Inclán, Azorín, Ortega y Gasset y Pío Baroja.
Muchos de estos locales, así como el arte gastronómico-culinario y cultura vinícola típicamente cordobesas que tradicionalmente han ofertado, figuran en las guías de viaje de la ciudad y son uno de los valores diferenciales de la misma, "teniendo un evidente interés cultural y turístico, formando parte de un paisaje urbano único propio del entorno histórico de la ciudad".
Actualmente, según se remarca en la ordenanza, "la pervivencia de dichos establecimientos está en riesgo por distintas causas, como la competencia de otros tipos de establecimientos de restauración; cambio en las pautas de consumo; ausencia de relevo generacional o inviabilidad del negocio; supresión de las rentas antiguas tras finalizar la prórroga de la Ley de Arrendamientos Urbanos; falta de promoción, diferenciación y posicionamiento, o la presión inmobiliaria de las franquicias, que están proliferando en los centros históricos, ocasionando una pérdida de identidad de las ciudades".
Al hilo, se indica que "factores como el desarrollo de nuevos conceptos de hostelería y el citado aumento de negocios franquiciados han modificado notablemente los hábitos de consumo, poniendo en grave peligro a la taberna tradicional", a lo que añaden "la carencia de una conciencia de valoración y conocimiento del patrimonio gastronómico y enológico por las nuevas generaciones, que puede suponer una falta de interés por todo aquello que se aparta de los cánones de modernidad".
Concienciado de tales circunstancias, el Consistorio entiende "necesario impulsar el apoyo y promoción de estos establecimientos, creando y regulando el distintivo 'Taberna Histórica de la Ciudad de Córdoba', contribuyendo así al reconocimiento, difusión, protección y conservación de estos establecimientos", todo ello a través de la ordenanza como "norma reglamentaria".
Esta actuación se suma a aquellas que desde las delegaciones de Cultura y Promoción se desarrollan para resaltar los valores identitarios de la ciudad, entre los que se encuentran estos establecimientos.
En concreto, para el diseño del distintivo serán consultadas las organizaciones representativas de los sectores empresariales relacionados con la actividad que se distingue; podrá tener un logotipo o mención diferenciada para los establecimientos que sean centenarios, es decir, que lleven abiertos ininterrumpidamente durante más de cien años --salvo causa de fuerza mayor--.
Se basará en criterios de ponderación y prudencia, evitando una indiscriminada proliferación del mismo que pueda menoscabar el prestigio y la imagen que de estos establecimientos se tiene, y considerando que un gran número de distintivos podría llegar a desmerecer su finalidad intrínseca, se concederán con espíritu restrictivo.
Podrán solicitar la autorización de uso del distintivo los titulares de los establecimientos que lleven abiertos ininterrumpidamente durante más de 75 años --salvo causa de fuerza mayor--, apostando por la gastronomía típica cordobesa en su carta y que, además, reúnan al menos, alguno de los siguientes requisitos: ser establecimientos relevantes en la cultura e historia tradicional cordobesa en los aspectos materiales, artísticos, económicos y sociales, cuyo mantenimiento resulta merecedor de protección.
O ser establecimientos que contengan elementos con valor histórico o patrimonial protegido expresamente o destacable, así como elementos de mobiliario, tanto del interior como del exterior --rótulos, ornamentación de fachada, expositores, veladores u otros-- que formen parte de la imagen tradicional del establecimiento o constituyan sus señas de identidad.
El otorgamiento del distintivo conllevará la valoración a efectos de la obtención de subvenciones; la posibilidad de ser destinatario de ayudas y medidas de promoción; la participación en acciones de publicidad que el Ayuntamiento lleve a cabo para contribuir al reconocimiento público y su conservación. En especial, podrán realizarse acciones relacionadas con la promoción de una ruta de las 'Tabernas Históricas'. Y podrán beneficiarse de medidas fiscales en las ordenanzas.
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