Da un paso más en la elaboración del árbol genealógico del olivo
Investigadores de la Universidad de Córdoba, junto a otros de universidades italianas, han completado una investigación que logra esclarecer la evolución del género Olea y da un paso más en la elaboración del árbol genealógico del olivo.
La UCO ha explicado en una nota que el objetivo del estudio era esclarecer los procesos que llevaron a la estructura actual del genoma del olivo cultivado, conocer la cantidad y composición de esa fracción repetitiva en el género Olea y trazar el árbol genealógico del olivo.
Para ello, se llevó a cabo una caracterización profunda de la fracción repetitiva del olivo en comparación con otras cuatro especies pertenecientes al género Olea, mediante análisis bioinformáticos y de hibridación in situ.
Estudio que ha sido liderado por los investigadores del departamento de Agronomía (DAUCO) de la UCO Concepción Muñoz Díez y Carlos Trapero, en colaboraron con el equipo de la Universidad de Pisa encabezado por Flavia Mascagni.
Concretamente, los investigadores cuantificaron y compararon la composición de la fracción repetitiva en Olea exasperata (de Sudáfrica), Olea europaea subsp. europaeavar. sativa (el olivo cultivado), Olea europaea subsp. cuspidata, Olea europaea subsp. guanchica (que crece en Canarias) y Olea paniculata (como taxón más alejado, un ancestro del género Olea que crece sólo en Australia).
Posteriormente, se determinó que en las cuatro subespecies más emparentadas la parte repetitiva del genoma ocupaba en torno al 50 por ciento del mismo, mientras que en el ancestro más alejado ocupaba un 70 por ciento del genoma.
En cuanto a la composición de esa fracción repetitiva, el equipo comprobó que, mientras en las cuatro Oleas más emparentadas predominaban las secuencias repetidas en tándem y no los transposones, en Olea paniculata la situación era inversa.
"La hipótesis que hay es que hay una competencia entre los transposones y las secuencias repetidas en tándem, de tal manera que el genoma de algún modo, regula esta composición teniendo en cuenta una relación inversa entre los dos grupos", según explica Concepción Muñoz.
Las diferencias en la fracción repetitiva entre las cuatro subespecies más emparentadas y la especie más alejada (O. paniculata) sugiere que "estos cambios ocurrieron después de la divergencia entre paniculata y las demás especies estudiadas", añade la investigadora.
Además, en este estudio se identificaron 11 familias principales de repeticiones en tándem, cinco de las cuales fueron descubrimientos novedosos.
Analizar el genoma, algo que actualmente es más fácil gracias a la publicación del primer genoma completo del olivo en 2016 y el abaratamiento de técnicas, permite inferir eventos de evolución genómica que han tenido lugar antes o después de la escisión de un taxón y facilitar el dibujo del mapa familiar de este género de plantas.
Con este trabajo se arroja luz sobre la evolución del género Olea y, además, se destaca el papel de la fracción repetitiva del genoma en el estudio de esta evolución.