María Emilia Lira, Ana María Alba, José Arroyo y Matías Escribano serán reconocidos con motivo del Día Mundial del Turismo. Un acto que estará presidido por el alcalde de la ciudad, José María Román, y que dará comienzo a las 11.30 horas, en el Centro de Interpretación del Vino y la Sal. Hay que recordar que en esa misma jornada se celebrará la muestra de la oferta turística, comercial y cultural en la Plaza de las Bodegas. También habrá una celebración de carácter benéfico, destinada a la campaña Ningún Niño sin Juguete, organizada por la Asociación de Reyes Magos de Chiclana.
María Emilia Lira
María Emilia Lira llegó a Chiclana en 1996 por primera vez de vacaciones, junto con su familia, siendo en el año 2000 cuando se establecieron en la ciudad. Fue también en 1996 cuando cuando María Emilia y su marido, Roberto Figueras, comenzaron a formar su colección de muñecas.
María Emilia siente un gran amor por todas ellas y por eso no se limita solo a comprarlas y almacenarlas, sino que investiga, estudia y se documenta. Hasta ese momento había muy poca información de las muñecas españolas. Ella busca en la Biblioteca Nacional, en los anuncios de los periódicos de la época y en el Boletín Oficial de la Propiedad Industrial para conocer las patentes. Comienza a adquirir inicialmente muñecas de porcelana, pero descubrió rápidamente la muñeca de juguete producida, sobre todo, en la décadas de los años 30 a 50, denominadas “cartoncitos” por los expertos, por ser creadas en cartón piedra y todavía con peluca. A partir de ahí, empezó a crecer.
Esta investigación ha llevado a María Emilia a ser una de las mayores especialistas internacionales en muñecas, sobre todo, de las producidas en la primera mitad del siglo XX. Su mayor objetivo, al que le ha dedicado todos estos años, es la investigación de las muñecas, por lo que conoce en España el entramado de muñecas, fabricantes, creadores y propiedad intelectual.
Además de investigadora, María Emilia ha demostrado ser una mujer muy generosa, porque ha donado su colección de más de 700 piezas a la ciudad de Chiclana. Ella siempre se ha preocupado de qué pasará con “sus niñas” cuando ella ya no esté y creyó que la mejor forma de conservar ese legado era con esa donación. Gracias a ella, Chiclana cuenta hoy con un nuevo espacio expositivo, el de Muñecas María Emilia Lira, en la calle Segismundo Moret, que abrió sus puertas el pasado mes de junio y que ya es un referente en las visitas turísticas de la ciudad.
Ana María Alba García
Ana María Alba García es una de las responsables, junto con su marido, Alfonso Rubiales, de la conocidísima Pizzería Charly. Un establecimiento que ha cumplido ya 30 años en el centro de la ciudad, que arrancó en un local entre La Alameda y la calle La Fuente y que lleva casi 10 años en El Retortillo.
En esta última década, el negocio ha crecido en todos los sentidos. Ha crecido en espacio, puesto que en 2019 adquirieron el local colindante y el pasado año otro anexo para contar ya con un salón. Además, ha crecido en servicios, porque cuenta con una carta adaptada completamente para celíacos, con horno, plancha y freidora exclusivas para ellos, y también intentan estar al día en las últimas novedades que ofrecer a sus clientes como pueden ser las burger smash o las patatas gratinadas.
Ana muestra su satisfacción por lo bien que funciona su negocio, asegurando que más que un negocio es una familia por el buen ambiente laboral y porque hasta sus mesas acude mucha gente joven, que son hijos y nietos de clientes de toda la vida, que acaban dando al local un ambiente familiar, en el que todo el mundo se siente como en casa.
Además, Pizzería Charly es uno de los establecimientos hosteleros más antiguos en el centro de la ciudad, siendo un referente para generaciones y para el resto de compañeros, porque entre ellos reina una gran armonía, ayudando siempre a potenciar la actividad en el centro de la ciudad. 30 años que hacen que Ana y su familia sean un espejo en el que mirarse y un pilar en la hostelería chiclanera.
José Arroyo Sena
José Arroyo es un aficionado a la fotografía. Aunque nunca se ha dedicado a esto de forma profesional, sus imágenes muestran Chiclana desde cualquier perspectiva, a través de las redes sociales. Cuenta que hace 30 años, con su primera cámara analógica, empezó su afición, pero asegura que la evolución a lo digital lo facilitó todo, gracias a las nuevas cámaras, a los ordenadores y a poder tener las fotos al momento, sin importar que se acabase el carrete.
Empezó haciendo fotos de la puesta de sol, porque nunca es igual una a la del día anterior o a la del siguiente. A partir de ahí, continuó fotografiando pájaros y paisajes, investigando la mejor forma de que una foto salga bien, porque le encanta la investigación.
También se ha atrevido con la fotografía deportiva, siendo uno de los fotógrafos habituales y referentes en cualquier evento deportivo de la ciudad. Son muchas las personas que después de cada cita esperan esas imágenes, porque Pepe siempre suele buscar un lugar único para hacer el álbum de esa prueba, logrando siempre ángulos y fotografías espectaculares, porque saca a los deportistas, pero siempre enseña un cachito de Chiclana.
Además, suele mostrarnos los monumentos de la ciudad, sus parajes, sus colores y, a veces, puedes llegar a percibir, incluso, los olores de Chiclana gracias a sus fotografías. Con ellas podemos sentir la ciudad. Gracias por estas instantáneas que llegan mucho más allá de nuestras fronteras.
Matías Escribano Calero
Matías Escribano es uno de esos chiclaneros que no nació aquí, pero que quiere y siente Chiclana. Llegó en 1986 y ha sido uno de los mayores emprendedores y visionarios en materia turística con una gran trayectoria que dio comienzo en 1989. En ese año, trajo desde Girona unos cuatriciclos, que son vehículos de cuatro ruedas a pedales, que entonces circulaban entre la primera y la segunda pista. También en esa época comenzó con el alquiler de bicicletas y hasta con una heladería en paseo marítimo.
A principios de los años 90 comenzó a trabajar con los primeros hoteles de Novo Sancti Petri en la distribución de bicicletas para sus clientes, contando con un puesto de bicis en cada uno de ellos.
En 1998, propone y consigue la creación de un chiringuito en el Pinar de la Barrosa, porque entonces, entre el Noly y el Novo no había nada, estando un verano abierto al público. En esa misma época comenzó su actividad con los castillos hinchables, llegando a tener hasta 13 y contando con una concesión anual en el paseo marítimo. Además, en el año 2000 logró cumplir una de sus ilusiones, traer el tren turístico a Chiclana, compaginando todo esto con el alquiler y la distribución de bicicletas.
Más adelante abrió su propia tienda en Los Gallos, donde se dedicaba a la venta, la reparación y el alquiler de bicis, llegando a ser también pionero en 2014 con la apertura de un establecimiento pica-pica 24 horas en la segunda pista. Ya en 2019 abrió su establecimiento en Novo Sancti Petri, continuando con su labor de alquiler y distribución de bicicletas entre los hoteles.
A día de hoy es proveedor oficial de Meliá y Royal Hideaway, trabajando con el resto de establecimientos hoteleros de Novo Sancti Petri y contando con una amplia gama de bicicletas, acorde con la demanda que tiene durante todo el año. Asegura que trabaja todos los días del año, que puede llegar a recibir más de 300 llamadas al día y que las atiende todas, porque el secreto de su éxito radica en dar un buen servicio, un buen trato, en el compromiso, la seriedad y la puntualidad, lo que hace que su nombre sea sinónimo de garantía para todo el que lo conoce.
Además, a sus 65 años sigue con inquietudes por ver qué montar, siempre relacionado con el turismo, porque asegura que quedan muchas cosas por explotar.
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