El Sevilla ha acelerado el mercado en estas últimas dos semanas. Víctor Orta está trabajando en la sombra para reforzar el equipo, dar salida a los descartes y tener la plantilla armada lo antes posible. Todo esto mientras hace malabares para cuadrar la masa salarial, que sigue ahogando al club de Nervión.
El mercado comenzó con muchas dudas por la aparente inactividad de la dirección deportiva, pero nada de eso. A falta de que demuestren sobre el césped lo que pueden aportar, los refuerzos están llegando rápido y sin hacer ruido. En cuanto el nombre salta a la prensa es cuestión de horas que aparezca por el aeropuerto o por la estación de trenes.
Víctor Orta hizo el año pasado lo que pudo y tuvo más errores que aciertos, en invierno trajo refuerzos que no estuvieron en la sintonía del entrenador y ahora está dispuesto a darle la vuelta a la tortilla. En los amistoso de pretemporada aún no se ha visto un gran rendimiento de los nuevos fichajes, tampoco es que haya mucha ilusión con los nuevos refuerzos, pero el sevillismo tiene la tranquilidad de que su dirección deportiva está trabajando.
En lo que llevamos de mercado, el Sevilla ha firmado a cuatro nuevos futbolistas: Lokonga, Saúl, Peque y Ejuke. Tres cesiones y sólo un traspaso. El club se ha gastado solamente cuatro millones de euros.
Aunque el trabajo más destacado de Víctor Orta está siendo las salidas. Se han marchado del club hasta 10 jugadores. En Nesyri y Luismi han sido vendidos, Lamela, Óliver Torres, Delaney, Sergio Ramos y Mariano han rescindido sus contratos o directamente no han renovado, mientras que Gattoni, Rafa Mir y Januzaj se han ido cedidos.
La dirección deportiva está más activa que nunca en busca de una plantilla lo más competitiva posible para la próxima temporada.