Cuarenta años han pasado desde que la comparsa conileña Claveles se hiciera con un quinto premio en la final del Carnaval de Cádiz en el Gran Teatro Falla. La agrupación, bajo dirección del también conileño Diego Guerrero, se ha convertido con el paso de los años en una reliquia y en un himno para la localidad. Para muchos aficionados, Claveles perdura como una de las mejores agrupaciones que pasaron por las tablas del Falla en aquellos carnavales de 1982. El componente musical de la comparsa corrió a cargo del isleño Antonio Bonet, quien además participó en la composición de la letra de sus coplas junto a Manuel Nieto Añino.
Nada más abrirse el telón, los componentes de la agrupación, con tipo de claveles, aparecieron apiñados en el centro del escenario, amarrados por una cinta, simulando un ramo. Iban completamente cubiertos de ropa ceñida de color verde, simulando así el tallo de la flor y en las cabezas, portaban losDiego Guerrero se subió por primera vez a las tablas del Gran Teatro Falla en 1980 con la comparsa Aires Conileños, siendo también la primera vez que una agrupación local se presentaba al concurso. Fue en 1981 con Museo de cera, cuando comenzó a saborear el éxito con una comparsa que tuvo una gran aceptación en Cádiz.
Tras volver al Falla con Abanico y Pueblos blancos en 1984 y 1985 respectivamente, con Media suela, en 1986, consiguió un accésit, aunque no consiguió llegar a la final.
Guerrero se atrevió también con el carnaval infantil, consiguiendo el primer premio en comparsa en 1988 con De coco y huevo. La última intervención del conileño en el concurso fue en 2002 con Varadero.
Las letras de «Claveles» en la final de 1982.
Nada más abrirse el telón, los componentes de la agrupación, con tipo de claveles, aparecieron apiñados en el centro del escenario, amarrados por una cinta, simulando un ramo. Iban completamente cubiertos de ropa ceñida de color verde, simulando así el tallo de la flor y en las cabezas, portaban los pétalos, los cuales se repartían en colores blancos, rojos y rosas.
Manteniendo esa misma pose, Claveles comenzó a entonar las primeras notas de su presentación cuando, de pronto, coincidiendo con el momento de mayor ímpetu de la presentación, el ramo de claveles se abrió, comenzando así una lluvia de claveles que los propios miembros de la agrupación lanzaron sobre el público, desencadenando furor entre los asistentes al teatro.
¡Carnaval querido!, de nuevo un año más.
Carnaval mi amigo, otra vez para cantar.
Es diferente la forma en que te siento, ¡Carnaval!
Porque el disfraz con que vengo y represento, sin dudar,
es un clavel la flor innata de la vida,
qué bello es coger un ramo de alegría
y repartirlo por el mundo noche y día.
¡Ole claveles!, ¡Ole tacita!
Carnaval querido tu amor mis penas quita. - Presentación. Claveles, 1982.
Toda comparsa encuentra en los dos pasodobles a interpretar en cada actuación la principal baza para hacer de la agrupación, el pelotazo del año. Los dos pasodobles que Claveles interpretó en la final del concurso tuvieron dos protagonistas claros. Por un lado la propia ciudad de Cádiz y por otro, Andalucía, ambos cantados con un cariño exquisito y con un público entregado.
Cabe mencionar que, en 1981, se aprobó el Estatuto de Autonomía de Andalucía, siendo este histórico acto una motivación para muchos autores de carnaval a la hora de escribir sus letras para el año siguiente y, en el caso de Claveles, no podía ser menos. Es más, para esta agrupación el clavel constituía la flor por excelencia de Andalucía, configurando toda una declaración de intenciones de orgullo andaluz con su comparsa. Por otro lado, el piropo a la capital gaditana era muy habitual en el carnaval de entonces.
(...) Ay, ¡Claveles, claveles!
tu mujer al caminar,
con esa gracia tan juncal,
tan fina y señorial
son ramilletes de claveles.
Tacita,
plateada por el sol,
bañada por el mar,
las penas tú me quitas. (...) - Fragmento pasodoble. Claveles, 1982.
(...) Ya tenemos de verdad
nuestra propia autonomía,
libre de cadenas estás
ay, sufrida tierra mía.
Podemos gritar, todos al compás ¡Viva Andalucía!
¡Ay, orgullo!, ¡Orgullo!
De haber nacido andaluz,
en esta mi tierra del sur,
lo digo sin parar,
que es la esencia de España entera. (...) - Fragmento pasodoble. Claveles, 1982.
Gaditana clavellina,
es tu piel de terciopelo.
Tu carita es tan divina,
son tus ojitos dos luceros.
Toma y ponte este clavel que yo te regalo pa’ tu lindo pelo. - Estribillo cuplés. Claveles.
El furor de un pueblo
La actuación de Claveles en la final de carnaval del Gran Teatro Falla de 1982 causó un enorme revuelo en Conil, un pueblo que no estaba acostumbrado a tener representación en un concurso de semejante calibre.
Según cuentan muchos lugareños, aquella noche todo el pueblo de Conil estaba en vilo, pendientes de que acabara la programación de TVE -cadena que retransmitiría el concurso ya a altas horas de la madrugada- para que conectara en directo con el Gran Teatro Falla.
Hay quienes fueron testigos de aquel histórico momento desde sus casas. Unos pocos, los más afortunados, pudieron vivirlo en directo desde el mismísimo Templo de los ladrillos coloraos. Por otro lado, otros se agrupaban en los bares de la localidad que contaban con televisión, como el ya desaparecido bar Las Quince Letras en la plaza de España, uno de los principales puntos de encuentro de aquellos años.
Si algo queda claro, es que Diego Guerrero y Claveles marcaron un antes y un después en el carnaval local y colocaron la primera piedra de un camino que, con el paso de los años, han recorrido otros importantes carnavaleros de Conil como José Manuel, el Sofri; Manuel Quintero, el Cojo o Sergio Cáceres.
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