Andalucía afronta su semana más amable. La celebracióndel 28-F se desarrollará en un contexto que conviene no pasar por alto. Aparecen en el escenario unos signos concretos y esperanzadores. Nos hemos convertido en la segunda comunidad más exportadora, tras Cataluña, y gracias al empuje de actividades complejas como la aeronáutica y la agroindustria, sectores cada vez más dinámicos y que se están convirtiendo, junto al Turismo,en una seña de identidad del entramado económico andaluz.
Además, se ha llegado hasta aquí sin dejar atrás a nadie, esto es, con la concertación con los agentes sociales con los que se han suscritos acuerdos específicos y viables. Con todo, queda mucho por hacer todavía pues persiste una abultada tasa de paro siendo especialmente dramático el que afecta a nuestra juventud. Pero deben seguir poniéndose los medios para luchar contra este problema del desempleo y eso pasa, ineludiblemente, por conseguir ordenar las cuentas propias para que no se conviertan en un lastre. Y así, se ha reducido el déficit por encima, incluso, de lo exigido al igual que ocurre con su nivel de endeudamiento hasta el punto de que ha sido la primera en reclamar salir del estricto corsé del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) ya que está en condiciones de optar a créditos más baratos a través de la banca privada algo que no pueden hacer muchos otros territorios y eso que se soportan las negativas consecuencias de un Sistema de Financiación que resulta muy lesivo para las arcas autonómicas. Se estima que Andalucía ha dejado de percibir unos cinco mil millones por una mala aplicación de un modelo que ya está más que superado por la realidad.
El cuadro se completa de la mejor manera posible ya que al contarse con la estabilidad política necesaria se ha dotado del correspondiente Presupuesto para 2018 mientras que el gobierno de la nación, por ahora, no puede decir lo mismo. El panorama ,por tanto, es alentador. La solidez política contrasta con la convulsión que se vive, por ejemplo, en Cataluña o en otras comunidades en donde la falta de entendimientos básicos les impide un funcionamiento ordenado y eficiente. Es, desde luego, el mejor camino para salir de la crisis. Así que no es de extrañar la satisfacción con la que se acomete esta festiva jornada. Sin incurrir en triunfalismo alguno, hay mucha tarea por delante sí, pero debemos ser conscientes de queestán ocurriendo hitos que confirman que se transita por la senda del desarrollo y la transformación que se requiere. Existen razones para subrayar el trabajo realizado, un avance que corresponde a todos. Se están creando las condiciones imprescindibles para dar el salto histórico anhelado. Confiar en el futuro venidero como fruto del sacrificio, el esfuerzo y la inteligencia de este pueblo es el mejor mensaje que nos podemos dar entre todos. Feliz Día de Andalucía.
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