Con perspectiva sureña

El otro Pedro Sánchez

El miércoles por la noche los nervios estaban a flor de piel en el recinto lisboeta Pavilhão Carlos Lopes, twitter delataba esa expectación...

Publicado: 23/11/2018 ·
00:04
· Actualizado: 23/11/2018 · 00:04
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Autor

Antonia Merino

Antonia Merino es una reconocida periodista y analista política y social de la provincia jienense

Con perspectiva sureña

La actualidad política y social vista desde la trinchera femenina y la experiencia de una veterana del periodismo jienense

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El miércoles por la noche los nervios estaban a flor de piel en el recinto lisboeta Pavilhão Carlos Lopes,  twitter delataba esa expectación. Un chef de Jaén podía recibir el Oscar de la gastronomía. Acostumbrados como estamos a los malos augurios y a las malas noticias, la dicha corrió como la pólvora. Pedro Sánchez, no el inquilino de la Moncloa sino un cocinero de Jaén, alcanzaba el pódium de los maestros del fogón. El chef del restaurante Bagá hacía realidad el sueño de todo cocinero: conseguir el reconocimiento de la prestigiosa Guía Michelín, el mejor escaparate de la gastronomía mundial. Pero, por encima de todo, está el chute de autoestima que supone para nuestra tierra a la que las estadísticas se empeñan en colocar en el maldito furgón de cola. Cómo no íbamos a celebrarlo. Nos olvidamos de la política, de los políticos, de la campaña electoral, de los rifirrafes, del dichoso tranvía, del cansino “y tú más”. Por fin, los medios dedicaban unas líneas para hablar en positivo de Jaén e indudablemente, del prestigio del espacio gastronómico de Pedrito Sánchez. Como él mismo ha manifestado, con esa humildad y timidez que le caracteriza, esta Estrella Michelin, la primera que recibe un restaurante de la provincia, nos pertenece a todos. A aquellas abuelas y madres en cuyos fogones se forjó esa generación de cocineros como Pedro Sánchez que hoy nos hacen sentirnos orgullosos; a la gastronomía y a la restauración jiennenses, a nuestras escuelas de hostelería como La Laguna de Baeza y a instituciones como la Diputación Provincial que han apostado por llegar a los turistas también a través de sus estómagos.   Este reconocimiento viene a la vez a hacer justicia a nuestros AOVEs y ha de ser el espaldarazo definitivo para que se abran los mercados nacionales e internacionales a un producto de calidad que no siempre ha sido tratado como se merece. Basta recordar que hasta no hace muchos los grandes cocineros de este país cocinaban con grasas como la margarina por influencia de la cuisine francesa y miraban con recelo a ese aceite de oliva tan sureño y mediterráneo. Ahora en Jaén para ver las estrellas no necesitamos alzar la vista al cielo, será suficiente con mirar al Bagá en el barrio de San Ildefonso en la capital y cruzar los dedos para que otros de los grandes cocineros de esta provincia hallen su sitio en ese firmamento Michelín. No habrá una sin dos, o tres, o…

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