Con el alma en pie

La "suerte" de algunos

Forzosamente esta historia de Onda Jaén me trae a la memoria la de la que fue mi empresa, el Mercado de Futuros del Aceite de Oliva. Un instrumento diseñado...

Publicado: 18/09/2019 ·
12:40
· Actualizado: 18/09/2019 · 12:40
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Autor

Ana Tudela

Ana Tudela se declara una mujer liberal en la trinchera social y política desde muy, muy joven

Con el alma en pie

Este espacio es una mirada femenina y crítica a lo que sucede en la capital y a vida municipal

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Forzosamente esta historia de Onda Jaén me trae a la memoria la de la que fue mi empresa, el Mercado de Futuros del Aceite de Oliva. Un instrumento diseñado, entre otras razones, para evitar este dislate repetitivo y frustrante en los precios de origen del aceite, y que se cerró hace ya años dejando un buen puñado de profesionales en la calle.

La historia es larga. Resumiendo: lo que era un buen instrumento, con capacidad para ser, no solo rentable socialmente, sino también empresarialmente, cerró las puertas ante una irregular y poca fiscalizada gestión, que hizo que los socios (el mayoritario, público), tomaran la decisión de no invertir más en la sociedad.

Un ERTE, otro, y a la calle; entonces, como en tantos casos, no hubo movilizaciones sindicales, ni presión mediática, ni ... Por eso miro con asombro una situación similar, la de Onda Jaén, pensando en qué “suerte” tienen algunos: Acceso sin pruebas a lo público, buenos salarios, mala gestión -pero, qué importa; hagámosles fijos en el Ayuntamiento-, y un séquito de sindicatos y de medios en la puerta dispuestos a no entrar en consideraciones: “¡a las barricadas!”.

Lo he dicho en otra ocasión aquí mismo: le deseo lo mejor a los trabajadores de Onda Jaén, como a todos los de las empresas que cierran y que pasan por los duros momentos del ERTE o el paro (y son muy duros, se lo digo yo); pero es razonable e indispensable que nuestro Ayuntamiento, en ruina, se plantee prioridades; prioridades que, de una parte, establece la ley, y de otra, establecen la ciudadanía y la propia responsabilidad política de quien gobierna. Cuando otros gobernaron, decidieron hipotecar más la ciudad a cambio de lo que pensaron podía ser una ventaja mediática sustancial.

Y a mí me da confianza, mucha, el que un Ayuntamiento endeudado hasta la médula se plantee optar por la renuncia a un instrumento que, hasta las últimas elecciones, lo ha sido fundamentalmente de manipulación política (seamos claros, lo del “servicio público municipal”, desde el principio, fue lo que fue, una excusa; ¡pero si ni la ley lo ve como tal!), a cambio de hacer mejoras para ciudad y ciudadanía. Que Julio Millán renuncie a tener las 24 horas del día a su lado una cámara y un micro (“de gratis”, que paga Jaén), como tuvieron los anteriores alcaldes, para poder seguir cambiando la ciudad, me parece una decisión responsable; una más.

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