En Madrid se esta viviendo una autentica montaña rusa con las aperturas de grandes restaurantes con una inversión detrás que asusta a cualquiera. Todo esto afecta a que los precios suban y que se hayan puesto a un precio que para mí ya es desorbitado en muchas de las ocasiones. Este es el caso de un restaurante como
Pedegrú, situado en Aravaca y con tres mentes pensantes detrás suya como Dani Lasa, Llorenç Sagarra y Miguel Caño, que formaron parte de la dirección del restaurante
Mugaritz.
El restaurante está en un local muy amplio en la avenida de Valdemarín, moderno y con una zona de mesas altas, otra de mesas bajas y por último la mesa del chef en la puerta de la cocina, que solo se reserva para el menú degustación que ofrecen. Normalmente el público va dirigido hacia una carta que tendrá un precio superior a los 50 euros de media, pero yo quería adentrarme en su experiencia completamente y fui a probar el menú. Ya íbamos avisado de que valdría 120 euros por barba, ninguna tontería, de hecho, más que la mayoría de los restaurantes de estrella Michelín, por citar un ejemplo en mi última visita a
Noor pagué 110 euros por el menú medio.
El menú y el restaurante en sí esta dirigido hacía el producto de máxima calidad, ellos cuentan que todos los años en un restaurante de la entidad de Mugaritz les ha servido para establecer relaciones con los mejores proveedores del país y que es lo que vienen a ofrecer a Madrid, platos con combinaciones sencillas y que la materia prima sea la que luzca. La famosa combinación de mar y montaña se hace una constante dentro del menú, en el que destacaría platos como las quisquillas con grasa de chuleta y la cigala con butifarra de Wagyu.
La comida fue buena y el producto sobresaliente, pero el restaurante tiene muchos defectos y con un precio así lo veo al menos una opción complicada para ir, no hay muchas personas que se vayan a gastar este dinero en un establecimiento que apenas lleva unos meses abierto y que de momento no cuenta con ninguna distinción, encima creo que sitios que La Tasquita o La Bien Aparecida cuentan con una oferta superior o igual al menos y a un precio inferior. Difícil futuro le veo, pero este mundo siempre termina soprendiendome.
