Jerez

Del 'Oro Rojo' al bronce del Goya: el éxito de Trafalgar Cinema

El documental ‘Oro Rojo’, del jerezano Jesús Sotomayor, ha sido preseleccionado por la Academia del Cine en cinco categorías para los próximos Premios Goya

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Tras lograr la Biznaga de Plata dentro del certamen Cinema Cocina, del Festival de Cine de Málaga, el documental Oro Rojo, dirigido por el jerezano Jesús Sotomayor, afronta un nuevo reconocimiento, tras haber sido preseleccionado para las candidaturas a los Premios Goya en cinco categorías: mejor película, mejor director novel, mejor guion original, mejor dirección de fotografía y mejor película documental. De entre estas, tiene sobradas opciones de conseguir la nominación para la última de ellas, aunque el propio realizador considera que el mero hecho de estar ahí ya es un reconocimiento. “Si conseguimos la nominación era algo que ni soñamos, pero estar ahí ya es un premio”, resalta emocionado. Y no solo por la película, sino por el reconocimiento a su propia productora, Trafalgar Cinema, cofundada hace apenas año y medio junto a Juan Manuel Roa: “Que en tan poco tiempo hayamos logrado la Biznaga de Plata y estar ahora en las candidaturas es un paso cuantitativo y cualitativo. Estamos muy orgullosos del trabajo del equipo”.

Sotomayor reconoce que compiten con muy buenas películas documentales, después de un año de una altísima producción nacional dentro del género -“vamos con ilusión, no con la ambición de ganar”, dice-. En su caso, el filme llegará a las salas de cines de Madrid el próximo fin de semana, después de que la pandemia haya obligado a modificar toda su agenda de trabajo y de promoción de la película. “No es solo el tema de tener los cines cerrados, sino incluso de tener que paralizar rodajes porque no se podía viajar a otras ciudades o países, o ni siquiera rodar, por las medidas de seguridad que había que cumplir”, relata.

En este sentido, Oro Rojo forma parte de una trilogía en torno al mundo del atún -es la segunda entrega- que arrancó en 2015 con el estreno de El sentimiento de los vientos, y que culminará con El alimento de los dioses, cuyo estreno estaba previsto para finales del año próximo, algo que ahora mismo es inviable. “Teníamos organizado el rodaje en diferentes lugares del mundo, pero las restricciones nos han obligado a cancelarlos, por lo que el proyecto se encuentra frenado ahora mismo. Es todo un desastre”.

Lo lamenta porque no solo afecta a esta producción, sino a otro ambicioso proyecto en marcha, Bulería, centrado en el mundo del flamenco, para el que incluso han iniciado el proceso de casting para algunas de las secuencias que tienen previsto rodar en Jerez, aunque sin posibilidad de rodar aún dentro del plan inicial. “Bulería es un proyecto complicado, porque se trata de hacer una película sobre el flamenco pero desde un punto de vista antropológico, y eso requiere una producción larga que ahora tenemos que adaptar al ritmo del Covid”. En este sentido, todas las secuencias corales que estaban previstas han tenido que ser pospuestas, y limitar el rodaje a aquellas en las que solo participa una bailaora, ya que no quieren asumir riesgos de contagios durante la grabación.

La película es una de idea original de Juan Manuel Roa: “Me encantó, y más aún poder rodarla en mi tierra. No pude decir que no”, apunta Sotomayor, quien lleva todo el año trabajando en el guion y en la narrativa visual del filme junto a su socio.

Pese a los inconvenientes, la productora no para y, de hecho, esta próxima semana ponen rumbo a Asturias para rodar el capítulo de una serie documental en la que están trabajando, en este caso sobre una expedición en busca de hallazgos arqueológicos. Serán diez días de rodaje, en condiciones complejas, por la ubicación de los escenarios naturales y la climatología que les espera. Asimismo, están ya en fase de producción de un documental sobre el pintor ruso Muhadín Kishev, afincado en España, que incluye un viaje a su país natal.

Por otra parte, Sotomayor tiene pendiente asimismo el estreno, previsto para la próxima primavera, de otra película documental, Un gran salto para la humanidad, codirigida junto a Pablo Carbonell y que relata la historia de amor entre una pareja con discapacidad. De hecho, participará de nuevo en el Festival de Cine de Málaga con este título.

 

Con respecto a Oro Rojo, y a la espera del resultado en las nominaciones a los Goya, Trafalgar Cinema ya ha iniciado negociaciones con Netflix, que está interesado en incluir el documental dentro de su catálogo a nivel mundial. “Las plataformas lo están devorando todo y es un momento muy bueno para dar salida a través de las mismas a las producciones en las que estamos trabajando”, apunta, aunque su trabajo no se limita a este canal de distribución, sino que también se dirigen a los canales de televisión nacionales en busca de su participación en sus nuevos proyectos.

La trilogía a la que pertenece Oro Rojo relataba en su primera entrega -El sentimiento de los vientos- la relación de las orcas con los atunes y cómo las primeras, en su empeño por darles presa, empujan a los segundos hasta la costa de Barbate facilitando su pesca a los almadraberos, que han mantenido vigente hasta nuestros días esta tradicional fórmula de pesca milenaria. La segunda parte, de hecho, se sitúa en una de las almadrabas de Barbate, y en torno a la figura de uno de sus almadraberos, Rafael Márquez, para conocer cómo es su profesión, pero va un poco más allá, ya que el espectador podrá acompañarlo hasta Japón, donde descubrirá el impacto gastronómico de los ejemplares que él mismo ha pescado esa temporada. La tercera entrega, El alimento de los dioses, hablará ya del impacto del atún en el mundo de la gastronomía a nivel mundial, para descubrir cómo se distribuye, cómo se consume y cómo llega a las grandes masas.

El aval del premio en Málaga

En la categoría a Mejor Película Documental hay seleccionados 72 largometrajes, de los que solo cinco se encontrarán entre los nominados, que se darán a conocer el próximo 11 de enero. ‘Oro Rojo’ tiene fuertes competidores dentro de esa lista, pero cuenta asimismo con el aval de la Biznaga de Plata obtenida en el pasado Festival de Cine de Málaga, lo que le concede cierta ventaja, sobre todo a la hora de despertar el interés entre los académicos, que son los que deben decidir ahora con sus votos cuáles son las finalistas.

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