He disfrutado leyendo varias novelas de
Jane Austen, y he hecho lo propio con algunas de sus felices adaptaciones cinematográficas. Persuasión se basa en una de ellas -su novela póstuma-. Producida por
Netflix, dirigida por la debutante
Carrie Cracknell e interpretada por
Dakota Johnson, su estreno ha llegado precedido de todo tipo de críticas negativas.
En primer lugar por su subrayada influencia intertextual, en la que tienen la misma cabida la exitosa fórmula de los
Bridgerton -incluido su casting inclusivo, que fue una cosa que inventó Shakespeare, bajo criterios exclusivamente artísticos, y que ahora resulta muy moderna, bajo criterios exclusivamente de postureo- y el tono cómico y cómplice de
Fleabag, a través de la continua apelación a cámara -al espectador- de la protagonista femenina.
En segundo lugar, por la absoluta perversión del universo de Jane Austen, que en este caso radica en la conversión de una novela dramática y amarga en una comedia romántica y ligera que aspira a equipararse con la luminosa versión de Joe Wright sobre
Orgullo y prejuicio.
Y en tercer lugar, porque su pretendida intención de valerse de ambas herramientas narrativas iban encaminadas a abanderar una reivindicación feminista que se diluye en las tonalidades rosas por las que apuesta el desarrollo de la historia.
La cuestión es que llevan razón, y aún así es una película que posee momentos apreciables si conseguimos permanecer ajenos a todo ese contexto, que, en realidad, creo que es lo que buscaba Netflix apostando por esta adaptación y por el estilo mismo de la película. En este sentido, Cracknell, cuyos únicos créditos conocidos son los de la realización en directo de varios montajes del National Theatre británico, realiza una puesta en escena muy limitada y solo inspirada a la hora de situar a sus personajes en espacios abiertos y de pretender cierta naturalidad en los diálogos más íntimos, donde, ahí sí, sobresale la escritura original de Austen con toda su hondura y significación
La historia, narrada desde el punto de vista de la protagonista, relata el reencuentro de una antigua pareja tras ocho años de distanciamiento y el pulso establecido entre ambos a la hora de vencer o dejarse vencer por lo que sintieron en el pasado mientras surgen otras oportunidades a su alrededor y sometidos siempre al vaivén de un destino caprichoso.