CinemaScope

'Una vida entre las cuerdas': la música como salvavidas

El galardonado documental de Nata Moreno sobre Ara Malikian, triunfa más en el fondo que en las formas, sostenido por el valor de la historia de su protagonista

Publicidad AiPublicidad Ai

La ciudad de Beirut fue dividida en dos durante una guerra civil que se prolongó desde 1975 hasta 1990. A la franja que dividió ambos lados de la ciudad se la terminó conociendo como “la línea verde”, ya que ante la ausencia de paso comenzó a crecer una tupida vegetación que terminó por dar color esperanza a todo un pueblo sometido al terror de las bombas y los francotiradores. Lo cuenta el violinista Ara Malikian en el galardonado documental que repasa su trayectoria vital y profesional, Una vida entre las cuerdas, en el que recuerda que, siendo niño, y sin otra concepción del mundo que la de un país en guerra, estaba convencido que la suya era la misma realidad que la de cualquier otro niño de cualquier otro país. En todo ese tiempo, la música se convirtió en su salvavidas particular, bajo la influencia de su padre, y la de la historia de su propio abuelo, que en 1915 logró huir del genocidio armenio gracias a un violín.  

Él también terminó huyendo con una funda de violín en la mano. A los 14 años logró una beca para proseguir sus estudios musicales en Alemania y emprendió un viaje que terminó siendo solo de ida, después de que su talento y su capacidad de sacrificio terminaran por moldear al virtuoso intérprete de fama y prestigio mundial que es hoy y, por supuesto, a su singular imagen, fundamental en su divulgación de la música clásica entre los niños y frente al elitismo conservador que domina los circuitos del género.

Y Nata Moreno reconstruye su historia, sus peripecias, sus vivencias y sus aspiraciones en un documental apasionante y conmovedor, pero en el que prevalece el fondo a las formas. No hay innovación ni riesgo en su puesta en escena; en todo caso, un desmedido amor hacia el protagonista -su pareja en la vida real-, salpicado de reconocimiento y ejemplo, pero consciente de que la narración queda supeditada en todo momento a la brillante narración en primera persona que hace Malikian sobre su propia vida. Hasta el punto de que a veces ni siquiera son necesarios determinados subrayados, como la voz en off intercalada durante la vuelta al ruedo del violinista en Las Ventas mientras interpreta el Aria de Bach, en el que las imágenes por sí mismas ofrecen, a través de las miradas y la técnica prodigiosa de Ara, un gozoso momento de cine y vida dentro de este notable documental.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN