El jardín de Bomarzo

Autocoñocernos

Un taller impulsado desde el ayuntamiento de Cádiz a través de la Fundación de la Mujer y con motivo del 8M ha saltado esta semana a titulares

Publicado: 06/03/2020 ·
12:54
· Actualizado: 06/03/2020 · 12:54
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Bomarzo

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Todos están invitados a visitar el jardín de Bomarzo. Ningún lugar mejor para saber lo que se cuece en la política andaluza

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"La palabra feminismo necesita ser rescatada, necesita ser reclamada de manera que sea inclusiva para el hombre"Annie Lennox.

Un taller impulsado desde el ayuntamiento de Cádiz a través de la Fundación de la Mujer y con motivo del 8M ha saltado esta semana a titulares por cuanto propone la creación de un espacio para indagar en el "autocoñocimiento". Sí, exacto. Para que ellas se autocoñozcan. Con ñ. Para esta actividad no mixta, "vienes si tienes vulva que autocoñocer" -describe el cartel anunciador-, se aconseja llevar una esterilla, un cojín para estar cómodas y un espejo, no se sabe si ya con el kit desplegado y en uso se aprovechará para indagar por el interior de otros orificios donde a la vista, en principio, no le alcanza. La actividad se enmarca dentro del Día Internacional de la Mujer, que se celebra este 8 de marzo y sobre la cual diferentes asociaciones de Cádiz se han desmarcado por cuanto de frívolo tiene el argumentario, aseguran, más cuando tantos otros aspectos relativos a la mujer deberían ser tratados con evidente prioridad. Quieras que no, centímetro más que menos, la mayoría se autocoñocen bien. Es de suponer, y no me negarán que el tema invita a una narrativa extensa, pero caution porque por mucho menos a un hombre básico como este que teclea el feminazismo le dilapida en plaza pública. Situado el tema y ubicado el Día, proceden algunas reflexiones sobre mujeres -y hombres- a riesgo de ser incorrecto.

 Primera reflexión. Es usted empresario y tiene cinco trabajadores, todos ellos  contratados con la misma antigüedad y con idéntica tasa de productividad. No tiene quejas de ninguno, pero por su situación financiera debe prescindir de uno de ellos en la siguiente renovación de contratos. Uno es homosexual, otro con movilidad reducida, la tercera es mujer, el cuarto es un hombre de color y el quinto un hombre blanco. Amable lector y por descartes, ¿quién cree que tiene hoy en día más opciones de irse al paro? Obviamente el quinto, el hombre blanco, sobre el cual no hay riesgo de que la decisión empresarial se tache de discriminación por razón de género, homofobia, discafobia, machismo, racismo y o alguna otra similar. El hombre blanco heterosexual, conocido como espécimen de género básico, hoy puede ser pasto de discriminaciones sin protección alguna, esto es así. Los abusos históricos del hombre sobre el resto de capas sociales más débiles se han vuelto en su contra, a pesar de que los de hoy no tienen culpa alguna de lo que hicieron los de antes; ni los hombres honrados de lo que hacen los despreciables.  
 
Segunda. A comisaría llegan cuatro denuncias. Una de una mujer acosada por su jefe. Otra de un hombre ídem por su jefa, la tercera de una mujer acosada por su jefa lesbiana y la última de un hombre acosado por su jefe gay. ¿Tendrán igual curso judicial las cuatro? Obviamente no, porque sólo el primer supuesto es el que tendrá la debida protección, el resto casi con seguridad se archivará y, probablemente, la del hombre acosado por su jefa puede producir hasta la mofa de los policías y correr el riesgo de que se convierta en sospechoso porque "algo habrá hecho, las mujeres por principio no acosan", tampoco las lesbianas y los gays. Al menos así reacciona la Ley.
 
Tercera. Se producen dos muertes. Una mujer asesinada por su marido y un hombre asesinado por su esposa. El primer asesinato es violencia machista, sobre cuyo acto delictivo le caerá la mayor pena, aparte de ser foco en las noticias y causa de manifestaciones populares. El segundo asesinato suele terminar en defensa propia y pasar casi inadvertido por las noticias y ni una manifestación en apoyo de la víctima porque "seguro que era un mal tipo"
 
Cuarta. No admite discusión ni eximente que el hombre acosador ha de tener su severo castigo y el violador ser enjaulado y tirar la llave al mar

y que las mujeres víctimas de estos delitos han de contar con una fuerte protección. Pero en un mundo donde se lucha por la igualdad, también ha de contar con el mismo sistema de castigo si quien comete estos reprobables actos son mujeres o personas LGTBI y la protección debe ser la misma si la víctima es hombre o persona del género que sea. Porque la bandera de la igualdad no puede ser el paraguas para crear otras desigualdades. No es justo que criminalicemos al género masculino, ni tampoco es justo que le desprotejamos ante situaciones que no dudo se den en menor medida que a las mujeres, pero se dan. Todos conocemos casos de hombres acosados, o casos de maridos dominados y vejados por su esposa, por poner algún ejemplo. Lo importante, por encima de lo demás, es que ambos géneros pertenecen al mundo de las personas humanas y de esas las hay buenas y malas en ambos géneros. 
 
Quinta. No cabe duda que existe trecho de mejora de la mujer en el mundo laboral, como tampoco la cabe del impresionante y justo avance que han logrado en esta última década. Hoy están presentes en los niveles más altos del mundo empresarial, social, técnico y, cómo no, político -Inés Arrimadas será, posiblemente, la primera mujer que opte a ser presidenta de España-. Susana Díaz lo ha sido años de la Junta y en esta Andalucía de ramalazo sanguíneo moro a nadie le ha causado eso ningún problema, en absoluto. Como tampoco distorsiona que otras con enormes capacidades sean presidentas de Diputación, como es el caso de Irene García, o alcaldesas: Mamen Sánchez, Patricia Cavada, Elena Amaya, como lo fueron antes Teófila Martínez o María José García Pelayo. Todas ellas mujeres valientes, capaces, y sinceramente como ciudadano resalto el hecho de que no tengo preferencias en que nos gobierne hombre o mujer, me es igual, pero sí es cierto que cuando lo hace una mujer aporta un punto de seguridad que viene imbuido en su adn y eso gusta. Y en este sentido, es común la opinión de mujeres que han conseguido una gran cualificación y valoración profesional que están en contra de los nombramientos de cargos por paridad o de las listas cremalleras porque consideran que un nombramiento exclusivamente porque toca por cuota de género les hace un flaco favor si la nombrada no es merecedora por sus méritos propios. Ya está justamente  reconocida la capacidad y valía de las mujeres a las que no les hace falta que le regalen puestos por ser mujer. A quien vale, sea mujer u hombre, le resulta una ofensa que lo que cuente no sea su cualificación, sino su género. 
 
Sexta. El Anteproyecto de la Ley Orgánica de Garantía Integral de Libertad Sexual propuesto por Unidas P ha desatado las primeras discordancias entre los miembros del gobierno de coalición de Sánchez, sobre todo por su deficiente elaboración técnica. Pero también está creando un debate nacional por su contenido. Elimina las diferencias entre abuso y agresión, castigando con la pena de prisión de 1 a 4 años toda agresión sexual, que se define como "cualquier acto que atente contra la libertad sexual de otra persona sin su consentimiento". De este modo, ya no es necesaria la existencia de violencia o intimidación para que exista agresión, sólo que no exista consentimiento y esto ocurre "cuando la víctima no haya manifestado libremente por actos exteriores concluyentes e inequívocos, conforme a las circunstancias concurrentes, su voluntad expresa de participar en el acto".Algo que juristas prestigiosos ya han criticado alegando que ante una denuncia de agresión, sin más prueba que la palabra de la presunta agredida, será difícil demostrar por parte del hombre acusado que sí hubo consentimiento concluyente e inequívoco, salvo que aporte un documento firmado por la mujer. En breve veremos circulando por Internet modelos de "contrato de consentimiento de acto sexual" para llevar encima junto al DNI y hacérselo firmar a la mujer previamente a tener relaciones -en pleno éxtasis y por seguridad sacar un documento, gafas de cerca y bolígrafo desanima a cualquiera-. 

El anteproyecto tipifica el acoso ocasional, también llamado acoso callejero, como un delito leve y que consiste en "aquellas expresiones, comportamientos o proposiciones sexuales o sexistas" que pongan a la víctima en una situación "objetivamente humillante, hostil o intimidatoria", la condena será localización permanente y trabajos comunitarios hasta de un mes, o bien multa. Con esto podremos llegar al punto en el que los piropos solo se utilicen entre personas del mismo género y así reducimos los riesgos de que un "Qué guapa estás"te complique la vida. Finalmente, por destacar otra de las muchas medidas, se contempla que las víctimas de violencias sexuales que sufran secuelas percibirán del Estado indemnizaciones económicas y vivienda social o ayudas para adquirir vivienda. Si bien esta medida es absolutamente necesaria para muchas víctimas, el problema se puede presentar porque resulte un incentivo para las mujeres deshonestas; al igual que hay hombres deleznables, hay mujeres perversas que puedan plantear denuncias falsas bien montadas, más aún porque para el anteproyecto para ser considerada víctima no hace falta sentencia ya que vale con un acta policial, un informe de los servicios sociales o de un técnico cualificado y lo que no se contempla es ninguna sanción penal grave para estos casos de falsedad, ni tampoco se prevé indemnización al hombre víctima de denuncias falsas que ve como una mujer le destruye su vida personal, familiar y laboral y cuando se descubre la falsedad, no le pasa nada. No es el caso habitual, pero que se viene dando es una realidad y ante las nuevas medidas hay que pensar que puede producirse un aumento de ellas sin que la Ley establezca el correspondiente mecanismo de disuasión que garantice que la protección, la indemnización y la vivienda sólo se otorgará a quienes verdaderamente sean víctimas. 

Última reflexión. En 2019 hasta 38 mujeres denunciaron haber sido violadas en la provincia de Cádiz, aumentando un 18 por ciento con respecto a 2018. Esto nos tiene que hacer pensar que algo estamos haciendo mal. Debemos centrarnos en analizar el tema, despojados de marchamos y de análisis politizados, porque si estamos dedicando tantos esfuerzos a la indiscutible igualdad de género, a la libertad sexual y a la protección de la mujer ante el hombre acosador e incluso ante el piropo y aún así las violaciones siguen aumentando, indefectiblemente estamos fallando. No se avanza promoviendo la guerra entre sexos sino activándola contra quienes actúan de manera despreciable, sean hombres o mujeres. Y se puede decir todo esto sin ser machista ni votar a Vox.

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