La XXXIV edición de la Maratón de Sevilla volvió a convertirse en el referente de la larga distancia para el Club Divina Pastora, cuyos representantes lograron cruzar todos la línea de meta.
A las 08.30 horas comenzaba la prueba en la avenida Carlos III, con un circuito rectificado para evitar parte del albero del parque María Luisa, estrenando la etiqueta oro (Gold Label), máxima distinción concedida por la Federación Internacional de Atletismo para las carreras en asfalto. 42.195 metros tenían por delante los doce participantes del Divina Pastora en la prueba reina.
En 3:09 minutos entraba entraba en meta Sebastián Cabeza de Vaca, experto maratoniano con muchas en sus piernas. El grupo medio partió unido los primeros kilómetros y aguantaron juntos hasta el 30. Juan Diego Mercader acabó su sexta maratón, Juan Isidro Fernández supero la decena y Manoli Rivera participó por tercera vez en la cita sevillana.Mila Moreno hizo junto a Manoli la Ultramaratón Donando Vidas a finales del pasado año pasado y debutó en los míticos 42.
El primer debutante del Divina Pastora en esta disciplina fue Miguel Aragón. Hizo todos los entrenos disfrutando mucho de ellos, aportando sabiduría. Sabía que la mente jugaba un papel muy importante , ya que es montañero, e hizo piña con los veteranos para aprender de ellos. Otra novata que logró cumplir su sueño de disputar una maratón fue Rosa Cortés. Juan Antonio Cubiles fue su liebre y viceversa y finalizó su maratón número 17 en la capital hispalense.
Encarni Lorenzo debutó el año pasado y este año no se quería bajar del carro, este año quería repetir los intensos entrenos mañaneros con la mejor compañía. Isabel Oliva fue la última debutante, aunque no esperaba participar sin darse cuenta fue cumpliendo entrenos. Emocionada y feliz logró la gesta de convertirse en una nueva maratoniana.
Una medalla
Por su parte, Pepi Barroso, puro carácter y energía, supo vencer el muro del dolor. No abandonar aún teniendo el gemelo izquierdo tocado, con el aliento de sus compañeras consiguió alzarse con su segunda medalla. Por último, Remedios esta vez no pudo subir al podio.
Otra manera de participar en una carrera es de voluntarios. Gran labor totalmente altruista que hacen y muy poco reconocida. En esta ocasión la pareja formada por Simón Irago y Sonia quisieron repetir experiencia, ya que participaron en la edición del 2017, pero esta vez lo hicieron de otra manera.
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