Dicen los expertos en el arte del buen comer que un buen mercado debe tener variedad de productos, que estos hablen o dibujen al detalle las grandes bondades del territorio en el que se encuentran y, sobre todo, que estos sean sinónimo de calidad. Mandamientos que cumple a la perfección el Mercado de Abastos de Chiclana, la gran despensa de una ciudad que a lo largo de la historia ha rendido culto a la buena cocina.

Templo de los sabores y las texturas de este rincón del Sur, el Mercado de Abastos de la localidad acelera estos días de fiestas su pulso para satisfacer los deseos más exigentes de esas miles de personas, chiclaneros y visitantes, que buscan en sus puestos la inspiración necesaria para elaborar, sobre todo en Nochebuena y Fin de año, esos platos con los que sorprender los paladares más exigentes de familiares y amigos.

Menús navideños que, por tradición, aquí suelen 'mirar' al mar y que encuentran en las pescaderías del Mercado esas exquisiteces procedentes, en su mayoría, de las aguas del Golfo de Cádiz con las que dar vida a propuestas que navegan entre la tradición y la innovación .

Chocos, pescadillas, urtas, doradas, lubinas, besugos, salmonetes, borriquetes, calamares, lenguados, langostinos, huevas, al mejas y cigalas, entre otros muchos suculentos bocados, conforman la columna vertebral de una oferta de una gran variedad de sabores y texturas, ideales para dar riendas sueltas a la creatividad de los mejores chef en unas fechas tan señaladas.

Productos de mar que encuentran en los coloridos puestos de frutas y verduras el complemento perfecto, con viandas (tomates, pimientos, zanahorias, puerros, lechugas, pepinos, rábanos, uvas, piñas…) de extraordinaria calidad, procedentes, en su mayoría, de los campos de Chiclana y de afamadas huertas vecinas, como la de Conil de la Frontera.

Asimismo, entre sus infinitos atractivos, el Mercado de Abastos de Chiclana nos brinda una gran y variada selección de carnes de pri-merísima calidad (cordero, pavo, cerdo, ternera...), siendo la de Re tinto (raza con gran presencia en este territorio) uno de los bocados más apreciados.

Variedad en la que no falta el prestigioso chicharrón chiclanero y chacinas como la afamada butifarra local, entre otras muchas. Paraíso de sabores que se completa con una suculenta paleta de conservas, vinos, encurtidos, panes y especias.  

Productos, todos, que, como se puede ver estos días, generan una continua peregrinación a los diferentes puestos que dan vida al Mercado, en los que los mayoristas ya comienzan a notar la fuerza de un tiempo que, también, se disfruta por el paladar.

“A estas alturas del mes, el ambiente es muy bueno y cada día que pasa se va notando una mayor afluencia de esas personas que vienen a nuestro mercado pensando en los platos con los que sorprender a sus familiares en los días más especiales de la Navidad”.

“De algún modo”, destaca Fede Díaz, delegado municipal de Mercado, “podemos decir que Chiclana, gracias a nuestro mercado y excelentes productos, está presente en estas fechas tan celebradas en las mesas de nuestra localidad, pero también en las de otras muchas poblaciones, ya que son  muchas las personas que vienen a comprar a Chiclana desde otros puntos de nuestra comarca y la provincia”

Corazón gastronómico    

“Como saben los chiclaneros y quienes nos visitan”, destaca, “nuestro mercado se ha convertido en uno de los grandes atractivos turísticos y gastronómicos de la ciudad; papel que en estos días tan especiales, si cabe, se realza”.    

“Para nosotros, el conjunto del Gobierno municipal, el mercado es una de las joyas de la ciudad; un motivo de orgullo. De ahí que, una campaña más, le hayamos puesto mucho cariño a la hora de decorarlo y lo hayamos  promocionado a través de los distintos medios de comunicación como uno de los grandes atractivos de la localidad en unas fechas tan señaladas en lo gastronómico”.

“Mercado que”, apunta, “conforma su oferta y atractivo a través de sus puestos interiores y también de esos otros que, en el exterior, ofrecen la posibilidad de realizar compras de diversa índole o disfrutar de un buen aperitivo”.    

“De lo que no cabe la menor duda”, añade Fede Díaz, “es que el mercado es parte fundamental de uno de los grandes escenarios de la Navidad, la Plaza de las Bodegas, y que, con ello, contribuye a que nuestra Navidad, la de Chiclana, tenga esa alma de la que venimos hablando”.    

Cabe apuntar que, frente a otras poblaciones que o no gozan de mercados o los tienen que cerrar en invierno por falta de productos y clientela, el Mercado de Chiclana mantiene e, incluso, incrementa su actividad en estas fechas navideñas.