Con el objetivo de reducir la emisión de gases invernaderos en el casco histórico de Chiclana y, por supuesto, mejorar la seguridad en el tráfico de la ciudad, la Junta de Gobierno Local ha aprobado el expediente relativo al inicio de licitación del suministro, instalación y puesta en marcha de un sistema para el control y la gestión de una zona de bajas emisiones (ZBE) y un sistema integral de movilidad urbana sostenible en Chiclana, enmarcado en el Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia financiado por la Unión Europea con cargo a los fondos Next Generation EU y que cuenta con un presupuesto base de licitación de 1.602.749,06 euros. Así lo ha anunciado el alcalde de la ciudad, José María Román, quien ha comparecido en rueda de prensa junto al delegado municipal de Tráfico, José Vera, y a los técnicos municipales de la Delegación de Obras, Pablo Blanco (jefe de servicio) y Javier Jiménez (ingeniero).
“En España tenemos la Ley del Cambio climático y Transición Ecológica que obliga a los municipios de más de 50.000 habitantes a adoptar medidas de nuevos planes de movilidad sostenible para reducir los gases de efecto invernadero, fundamentalmente CO2. Además, a través de los fondos Next Generation, han salido unas concurrencias públicas competitivas a las que este ayuntamiento se ha presentado y, entre otros, se nos ha aprobado este proyecto”, ha comentado el alcalde, quien ha aclarado que “así nos permitirá contar con un sistema integral de movilidad urbana sostenible y la digitalización de los procesos de movilidad, lo que llevará consigo la mejora de las condiciones ambientales”.
De esta forma, la actuación que tiene como objetivo poner en marcha un Sistema Integral de Gestión de la movilidad, que permita, mediante la digitalización de la información y los procesos de gestión, implantar una zona de bajas emisiones, adoptar medidas sobre la circulación del tráfico, planificar el futuro de la movilidad urbana en el municipio, mejorar la calidad del aire e incrementar la seguridad vial, posibilitará llevar a cabo restricciones de acceso a determinados vehículos únicamente en casos de episodios de mala calidad del aire, establecer restricciones de acceso a determinados vehículos en función de su distintivo ambiental o a determinadas horas del día.
Por tanto, el objeto del proyecto es desarrollar una solución integral de movilidad, mediante el empleo de Sistemas Inteligentes de Transporte. Dichos sistemas se componen de una plataforma de movilidad inteligente en el que se centralizan e integran todos los equipamientos instalados en la vía pública y que se gestionará desde la Policía Local; sistemas de control de accesos a la zona de bajas emisiones (todas las cámaras de lectura de matrículas, elementos de sustentación, red de telecomunicaciones, señalización, etcétera…); sistemas de control de tráfico en los principales accesos al municipio; sistema de control de la calidad del aire; señalización y paneles de mensaje variable; mejora de la seguridad vial y elementos de gestión del tráfico con la instalación de pasos de peatones iluminados y semáforos inteligentes que actúan en función del tráfico en cada zona; y la puesta en marcha de un portal Web y aplicación móvil, que dará información a los ciudadanos sobre la situación del tráfico, así como de la zona de bajas emisiones y otra información de interés relacionada con la movilidad.
“Esto nos va a permitir planificar el futuro de la movilidad urbana, la calidad del aire e incrementar la seguridad vial, una cuestión muy importante para todos”, ha incidido José María Román, quien ha añadido que “hemos puesto en marcha una serie de medidas que han permitido un tráfico más calmado y evitar las largas colas de años atrás”. “Todo ello será controlado desde la Policía Local, permitiendo la creación de nuevos puestos de trabajo”, ha comentado el regidor chiclanero, quien ha añadido “el fin último es lograr una ciudad más amable y cómoda para el vecino”. “Esto se suma a las numerosas actuaciones que estamos llevando a cabo en materia de señalética, nuevas glorietas, ampliación de carriles, etcétera…”, ha incidido.
Por su parte, Javier Jiménez ha indicado que,”además de la zona de bajas emisiones, el proyecto tiene una incidencia muy importante en la digitalización de las herramientas de movilidad, porque ahora nos faltan datos. Pero, con todas estas herramientas, lo que vamos a conseguir es disponer de información y poder transmitir a los usuarios posibles incidencias o itinerarios alternativos”. “Y, por supuesto, hay una mejora importante en la seguridad con el tema de la sustitución de semáforos, que se controlarán desde la Policía Local”, ha explicado.
Finalmente, Pablo Blanco ha aclarado que “la zona de bajas emisiones se suele instalar en el centro histórico de la ciudad, pero es necesario también pensar en extender esa aplicación a otras áreas del municipio. Para ello, complementariamente a este proyecto, se va a instalar una serie de cámaras de control de tráfico, que nos aportaran datos de capacidad de tráfico, que nos ayudará a una planificación de movilidad sostenible en nuestra ciudad”. “Esos datos los tendremos a lo largo de 2023, lo que nos permitirá poder actuar en otras zonas de bajas emisiones”, ha insistido.
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