Cristóbal Pérez Hidalgo es uno de los afectados por la orden de derribo. Él es miembro de la empresa familiar que montó su cuñado y propietario de una de las viviendas que tiene prevista su demolición, que además la tenía alquilada “por no poder pagar la hipoteca”. Pérez ha manifestado a este medio, que todavía queda un recurso y que no es una sentencia en firme. Matizando que “el Ayuntamiento tiene una orden de desalojo, pero no de derribo”.
En la jornada de ayer se sucedieron las escenas dramáticas, incluso a una cuñada de Cristóbal Pérez tuvo que ser hospitalizada por una lipotimia. Así, el propietario pedía reuniones pacíficas con el Ayuntamiento para poder llegar a un acuerdo “incluso les he ofrecido otros viviendas que tengo para que las haga VPO para el pueblo de Chiclana”. Según comentó, su cuñado (que es el promotor de las viviendas) “se encuentra en tratamiento psiquiátrico porque temíamos una desgracia”. La familia tuvo que cambiar de abogad porque “no llevaba bien el caso”. Asimismo, el afectado comentó que “en todo el proceso había muchos errores y hay cosas muy raras”.
