El Ayuntamiento de Los Barrios ha rendido hoy un emotivo y cálido homenaje de despedida al párroco Yelman Bustamante Solórzano, más conocido como Padre Yelman, que en breve abandonará la localidad y se trasladará hasta el municipio de Conil de la Frontera, donde ha sido destinado por el Obispado de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, para ejercer su ministerio.
El acto, que el homenajeado no esperada, se ha celebrado en el salón de plenos de la Casa Consistorial y ha estado presidido por el alcalde, Miguel Fermín Alconchel. También ha contado con la presencia de los concejales David Gil, Sara Lobato, Pablo García, Daniel Pérez Cumbre, Inmaculada Domínguez y Daniel Perea González, así como Rafael Oliva, que próximamente hará efectiva la toma de su acta en sustitución de Rubén Castilllo, representando al pleno del Consistorio.
Para elogiar la figura del párroco, el primer edil barreño ha recordado que “es de las pocas personas que concitan unanimidad a su alrededor”. “Todo el mundo le quiero en el pueblo”, ha recalcado Alconchel.
“Hemos tenido la oportunidad de vivir momentos que han dejado huella en este municipio, la misma huella que tú dejas en Los Barrios. Queremos que te lleves el cariño de todos nosotros. Muchas gracias en nombre de toda la Corporación”, ha declarado el alcalde para finalizar su intervención.
Por su parte, el padre Yelman, muy conmovido, ha empezado su turno de palabras señalando: “Yo creía que había sido citado hoy por la primera autoridad municipal para hablar de una licencia de obras y me he encontrado con esto”, decía para expresar su sorpresa.
“Me siento agradecido con la vida y con Dios por las personas que me he encontrado en Los Barrios. Más que párroco fui amigo de todos, respetando los credos y las ideologías. Mi pastoral ha sido la de la proximidad, la de estar con la gente. Tengo el afecto de todo el pueblo, y esa es mi carta de presentación. Ese afecto es lo que me llevo y ese afecto es lo que voy a dar allá adonde voy. Guardaré el recuerdo de todos en mi corazón”, ha manifestado el sacerdote, que ha concluido mostrando su gratitud.
Posteriormente, el alcalde, Miguel Alconchel, le ha hecho entrega de un obsequio, para inmortalizar el momento, consistente en una bella reproducción de la torre de la iglesia de San Isidro Labrador, enseña y emblema de la Villa.
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