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Las víctimas del trágico conflicto en Bolivia claman justicia

"Nosotros pedimos justicia", exclamaba este lunes una familiar de William Gutiérrez, a las puertas del hospital donde sigue internado

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  • Bolivia. -

 Las familias de las víctimas del trágico conflicto que sufre Bolivia claman justicia, mientras se investiga quiénes fueros los autores de los disparos que acabaron con la vida de nueve de los fallecidos en choques con policías y militares.

"Nosotros pedimos justicia", exclamaba este lunes una familiar de William Gutiérrez, a las puertas del hospital donde sigue internado tras recibir un balazo en el pecho.

EL CLAMOR DE LAS VÍCTIMAS

"Nadie les obligó, ni nada, él estaba por voluntad propia" en una marcha de cocaleros afines a Evo Morales, relató la joven frente al hospital Viedma de la ciudad boliviana de Cochabamba.

Los cocaleros se dirigían el pasado viernes hacia esta ciudad del centro de Bolivia, la más castigada por la violencia, cuando se encontraron con un fuerte cordón de policías y militares.

Aún se investiga si los disparos que hubo durante los disturbios procedían de fuerzas de seguridad como denuncian los manifestantes, frente a la versión oficial que apunta a que algunos proyectiles de armas de fuego pudieron producirse entre los propios cocaleros.

Uno de ellos le entró por el pecho a William y salió por la espalda, dejando "un agujero" en el pulmón de este joven de escasos recursos, que en palabras de su familiar solo estaba "pidiendo democracia, que se haga justicia".

CONFIRMAN LAS MUERTES POR PROYECTILES

Los duros enfrentamientos del viernes dejaron nueve muertos y más de cien heridos, de los 23 fallecidos violentamente y más de setecientos que resultaron heridos en casi un mes de conflicto desde los fallidos comicios del 20 de octubre.

Este lunes se supo que las autopsias confirmaron que estas nueve muertes en la jornada más trágica desde entonces lo fueron por proyectiles de armas de fuego.

Ocho de los cuerpos presentan orificios de entrada y salida de los proyectiles, mientras que en uno quedó dentro del cuerpo, detalla un informe de la Fiscalía General del Estado.

"Corresponderían a armas de fuego largas", revela el documento, en espera de que la investigación determine de dónde salieron los disparos en una zona a las afueras de la ciudad donde durante esta jornada hubo de nuevo incidentes con las fuerzas de seguridad.

EL GOBIERNO MANTIENE SU POSTURA

"Tenemos entes muy oscuros, estamos siguiendo los pasos", aseveraba al comienzo de la jornada en La Paz el ministro interino de Gobierno (Interior), Arturo Murillo.

El Ejecutivo de la presidenta provisional Jeanine Áñez mantiene que detrás de la violencia está alguna "organización criminal con nexos con el narcotráfico", como la describió el ministro.

Este "grupo criminal" quiere atentar contra la presidenta, que evitó viajar a su región natal en la Amazonía boliviana por miedo a un acto terrorista, reveló Murillo.

"Les vamos a dar el máximo de detalle cuando terminemos los operativos que estamos haciendo", concluyó en una comparecencia en la sede del Gobierno interino, sin que el resto del día se supiera algo más.

LA INCERTIDUMBRE SOBRE NUEVAS ELECCIONES

Tampoco el presidente del Congreso, Sergio Choque, del Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales, dejó claro si el Parlamento en el que tiene mayoría se va a pronunciar sobre la renuncia presentada por el que durante casi catorce años fuera presidente de Bolivia, tras ser presionado por las Fuerzas Armadas.

La sesión que el MAS ha convocado para este martes no incluye en el orden del día tratar la carta de renuncia, solo algunos puntos acerca de la posibilidad de iniciar los pasos hacia nuevas elecciones.

Sin que esté claro aún que esos pasos sean acompañados por el Gobierno provisional de Áñez, integrado por opositores en minoría en la Asamblea Legislativa.

O si por contra suceda como en la anterior crisis de semejante gravedad en el país, cuando el entonces mandatario Eduardo Rodríguez Veltzé convocó elecciones por decreto.

Rodríguez Veltzé fue el último presidente antes del comienzo de la era de Evo Morales.

Una etapa cuyo desenlace se precipitó el pasado 10 de noviembre, cuando forzado por los militares anunció su renuncia, para un día después salir hacia México, donde sigue asilado.

Morales fue declarado vencedor de los comicios del 20 de octubre, pero desde el día después comenzaron las denuncias de fraude y ese domingo 10 de noviembre un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) advirtió serias irregularidades en las elecciones.

En casi un mes de crisis, Bolivia sigue sin saber cuándo habrá nueva cita con las urnas. 

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