La comarca y Andalucía en general están faltas de centros de poder. Las grandes empresas tienen sus domicilios sociales y, fundamentalmente, los domicilios fiscales, en Madrid y Barcelona. Eso es lo que nos ocurre con las empresas de la comarca. La AGI tiene todos sus domicilios sociales y fiscales fuera de Andalucía, excepto Acerinox que es la única que los tiene en Palmones. Por tanto, nuestro gran problema es que no tenemos centros de poder y no podemos hacer presión empresarial para conseguir nuestros objetivos como son las infraestructuras, fundamentalmente, las de ferrocarril, con el enlace ferroviario Algeciras-Bobadilla.
Pero hay otro poder del que carecemos totalmente. Tampoco tenemos poder político alguno. Nos encontramos en una burbuja política en esta comarca y ahora se nos presentan un cúmulo de elecciones en las que sería necesario tener esa fuerza que nos pueda representar. Las primeras negociaciones que son las que ha llevado el PSOE no son, precisamente, halagüeñas para el Campo de Gibraltar. No se sabe todavía cómo estará el tema con el Partido Popular ni se habla nada, hasta este momento , si Adelante Andalucía, será una realidad para las elecciones generales y la representación que pueda tener del Campo de Gibraltar.
El problema principal de nuestra comarca es que aúna dos faltas importantísimas, la ausencia casi total de unos centros de poder económicos con nuestras empresas y la falta total de un poder político. Y el problema es que parece que se nos ha metido dentro de esa “burbuja” en la que nosotros nos lo comemos todo solos. No es nuevo, es historia pura. Siempre esta comarca ha necesitado sangre, sudor y lágrimas para conseguir lo más mínimo y, parece ser, que este seguirá siendo nuestro sino porque las expectativas que tenemos no son, precisamente, buenas. Y, luego, está la pasividad ciudadana que parece que ya nos hemos acostumbrado a, simplemente, quejarnos en bares y reuniones.
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