Se llama Sara, vive en San Enrique de Guadiaro, tiene ocho años y aunque no la hemos escuchado gritar eso de "siempre fuerte" que tanto nos marcó con Pablo Raéz, esta pequeña lucha como una jabata por salir adelante. No ha tenido la suerte de su lado. Con sólo seis años le diagnosticaron una leucemia linfoblástica aguda. Se enfrentó a dos años de duros tratamientos y, con el apoyo de su familia y el personal médico, salió adelante. Incluso pudo reincorporarse a las aulas en su cole, el Gloria Fuertes.
Pero cuando todo parecía que había acabado, como un mal sueño demasiado largo, un nuevo golpe azota a Sara y a quienes la quieren, convertido en una leucemia mieloblástica aguda. Sólo tuvo seis meses de tregua. Y no quedó más remedio que volver al Hospital Materno Infantil de Málaga, donde han regresado los sufrimientos de la quimioterapia, los pasos por quirófano, el miedo, la soledad y, sobre todo, la impotencia de unos padres qee jamás podrán entender por qué tiene que pasar de nuevo por tanto sufrimiento su pequeña.
Necesita un trasplante de médula
Ahora les han confirmado que con el tratamiento no es suficiente.... Sara necesita un trasplante de médula. Lucía, su hermana que la adora, no es compatible, por lo que la pequeña está ya en la lista de espera del Banco Mundial de Donantes de Médula. Las estadísticas son durass: Tres de cada cuatro pacientes no tendrán un familiar compatible. Por eso, la donación de médula ósea, una de las pocas donaciones que se pueden realizar en vida y la única en la que las células donadas se regeneran completamente, es fundamental para muchos de estos pacientes.
Belén, la madre de Sara, hace un llamamiento para que su hija no tenga que esperar demasiado y pueda volver a ser la niña fuerte, con carácter y feliz, que merece ser. Mientras más personas se hagan donante de médula, más posibilidades habrá de que Sara y los demás pacientes que esperan con anhelo, encuentren a su "ángel de la guarda" que les devuelva su vida.
El próximo 25 de marzo los vecinos de San Roque podrán registrarse como donantes en el Colegio Carteia. Pero no hay que olvidar que en cualquier hospital se puede hacer. La donación de médula ósea puede salvar vidas y requiere un proceso relativamente sencillo. Cualquier persona de entre 18 y 40 años residente en España que goce de buena salud y se haya informado extensamente sobre qué significa este compromiso puede inscribirse como donante de médula ósea. En este caso, la urgencia apremia. Los médicos quieren hacer el trasplante a Sara cuando termine su segundo ciclo de quimioterapia, que acaba mañana.
Quizás tú puedas ser su donante compatible, su salvador...
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