El Área de Gestión Sanitaria del Campo de Gibraltar ha activado el Plan de Prevención de las Agresiones del Servicio Andaluz de Salud (SAS), que incluye asistencia sanitaria y jurídica, así como apoyo psicológico, ante un episodio de violencia sufrido por un profesional de la Unidad de Gestión Clínica La Línea Poniente.
Tanto el Área de Gestión Sanitaria como la Delegación Territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales desean mostrar su solidaridad y apoyo a un profesional médico que, en el ejercicio de su labor, ha sido agredido por parte de un paciente.
La agresión física o intimidación grave contra profesionales sanitarios en el ejercicio de su función pública asistencial viene siendo considerada como delito de atentado por los tribunales de justicia, y así se han dictado sentencias en estos casos, castigándose con penas de uno a tres años de prisión.
La Consejería de Salud condena cualquier tipo de violencia, tanto física como verbal, dentro o fuera de un centro sanitario, y recuerda que bajo ningún concepto o circunstancia puede justificarse este tipo de actuaciones. Tanto la directora gerente del Área de Gestión Sanitaria del Campo de Gibraltar, Carmen Montaño, como el delegado territorial, Manuel Herrera, se suman a esta condena y desean mostrar públicamente su solidaridad con el profesional afectado.
El SAS pone a disposición de sus trabajadores un plan de prevención con el objetivo prioritario de reducir las posibles agresiones incorporando, además de un protocolo de actuación con asistencia jurídica y apoyo psicológico, una serie de herramientas tales como cursos de formación en manejo de situaciones conflictivas, adaptaciones de locales y ubicación de profesionales y análisis de las incidencias que se producen, entre otros.
Incidente
En la tarde del lunes, un médico de familia del centro de salud de Poniente sufrió una agresión por parte de un paciente que llegó a propinarle patadas y casi lo arroja por unas escaleras, además de destrozar parte del equipo informático. Tras la personación del vigilante de seguridad del centro y de la Policía Nacional, se logró reducir al individuo contra el que el médico agredido presentó una denuncia.
La concejal de Sanidad, Rosa Pérez, muestra una vez más su indignación por esta nueva muestra de violencia hacia los profesionales de la medicina: “Es intolerable que los médicos o cualquier otro profesional sanitario tengan que soportar estos episodios que ya se repiten con demasiada frecuencia. Los usuarios deben entender que no podemos hacer recetas por conveniencia del paciente, sino que es el cuidado de la salud el que prevalece en el criterio del médico, aunque a veces no se entienda”, aseguró Pérez.
Por otra parte, la concejal vuelve a recordar que a estos efectos un facultativo es considerado autoridad, por lo que una agresión hacia ellos constituye un delito de atentado a la autoridad, penado hasta con tres años de cárcel.
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