Fernando Villatoro vuelve a presidir la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa de Algeciras (Apymeal) diez años después de su anterior mandato. Tras una década con José Antonio Fenoy al frente el colectivo empresarial inicia una nueva etapa de dos años de mandato con un nuevo grupo de trabajo al mando con el objetivo de impulsar el comercio tradicional de la ciudad.
—¿Qué le ha motivado a presentarse a la presidencia de Apymeal?
—Esto viene un poco de atrás. Somos un grupo de empresarios que hemos estado haciendo cosas en la zona centro. Cuando empezamos a escuchar los comentarios de José Antonio Fenoy de que lo dejaba, pues empezamos a pensar que esto no se podía perder y había que presentar una candidatura. Vimos los nombres que había y salió el mío. Soy la cara visible de la candidatura, pero somos un grupo de esperamos presentar el lunes -por hoy- cuando cerremos un par de flecos que quedan.
—Ese colectivo de empresarios del que habla viene organizando desde hace algunos meses varias iniciativas en la zona centro ¿Es esa la línea a seguir, lo que van a proponer a los socios de Apymeal?
—Algeciras Centro es un grupo de trabajo que ha ido funcionando bastante bien. Tenemos varios objetivos y el primero es que la asociación llegue a cuanta más gente mejor. No sólo a los asociados, sino también a los no asociados, aunque en las actividades, los socios tendrán algunas ventajas. El objeto es que poco a poco los que no son socios vean que es rentable ser de Apymeal. Será una campaña de captación permanente. De aquí a cuatro meses queremos tener un calendario anual en el que cada mes haya dos actividades organizadas por Apymeal. Hay muchas ideas que tenemos que estudiar y ver si son viables. Nos queda saber hasta qué punto va a implicarse la gente en las actividades, porque si no nos secundan habrá cosas que no podremos llevar a cabo.
El martes tendremos, seguramente, la primera reunión de la junta directiva y desde entonces me gustaría ir teniendo reuniones por zonas para empezar a tener contacto con los asociados, que son los que nos tienen que decir qué quieren hacer e intentaremos poner en marcha todas las cosas sensatas que nos propongan.
—Los empresarios del centro os lleváis moviendo algún tiempo con actividades, pero no es la única zona que reclama una dinamización. También ocurre, por ejemplo, con la zona baja ¿Contemplan acciones específicas para cada zona?
—Cuando nos organizamos como Algeciras Centro no lo ubicamos en una zona geográfica determinada. Coincide que un día cuatro conocidos coincidimos tomando café y hablando de nuestras cosas cuando surgió esto. Y tiramos adelante y lo hicimos. Después, esos cuatro fuimos ocho, luego doce, y así. Había gente desde la calle Ríos hasta Fuerzas Armadas. Cubrimos todo el centro.
No tenemos ningún problema geográfico con nadie. Yo no creo en la zona baja y la zona alta, sino en el centro comercial tradicional de Algeciras. Las actividades las vamos a proponer para todo el mundo. Que la mal llamada zona baja necesita más actividades o más impulso, pues perfecto. En la propia directiva hay empresarios de la parte de abajo. La idea es no dividirnos, sino procurar que todo el centro y toda la ciudad se desarrolle y tome impulso.
—¿Cómo son las relaciones que mantienen con el Ayuntamiento?
—Que yo sepa, las relaciones siempre han sido cordiales. Yo he contactado con varios concejales y con el alcalde y nunca ha habido ningún problema. Puede haber diferentes puntos de vista sobre algunas cosas, pero la relación es buena. El Ayuntamiento es uno de los dinamizadores del centro y eso no va a cambiar. Nosotros tendremos que ir a pedirles cosas, como es normal. He trabajado con varios alcaldes y nunca ha habido problemas irresolubles.
—Se ha hablado en los últimos años de crisis de la depresión del centro, con cierres de locales, etc. ¿Qué perspectiva le ve a la zona centro?
—Yo las veo buenas. No veo grandes problemas que sean insalvables. En el centro hemos pasado una crisis que no ha sido solo en el centro. Se ha pasado en Bilbao, en Madrid, en Barcelona... en toda España. La ha sufrido toda la Unión Europea. Yo he visto locales cerrados en todas las grandes ciudades y no supone un problema. Forma parte del ciclo de la crisis. Incluso en los centros comerciales que hay en nuestro entorno hay incluso algunos que no han llegado a alquilar toda su superficie y eso sí que es un verdadero problema, porque pagan sueldos todos los meses, hay una comunidad, etc.
No veo un grave problema. Lo que veo es que nosotros, los empresarios, tenemos que hartarnos de trabajar. No nos queda otra. Ahora quizás hay que trabajar más para conseguir menos, pero no hay más. La crisis la vamos a solventar solo trabajando más y cambiando nuestra forma de trabajar y hacer las cosas.
—¿Son tan enemigos los grandes centros comerciales como los pintan o es el comercio tradicional el que debe adaptarse a los nuevos tiempos?
—La realidad no se puede cambiar. La realidad es tozuda y cuando te levantas te la sigues encontrando. Tenemos que aprender a convivir con ellos y que nuestra oferta de productos, servicios o calidad tiene que ser diferente a la de ellos. Hacer nuestro trabajo y nada más.
¿Qué es lo que tenemos nosotros como distintivo? Hombre, yo tengo muy claro que cuando vas a un centro comercial, desgraciadamente te encuentras con las mismas tiendas en todos. Aquí y 40 kilómetros más allá. Sin embargo te vas al centro comercial tradicional de cualquier ciudad y te encuentras pequeñas tiendas que son diferentes, que ofrecen productos distintos. Lo que tienes que procurar es que tengan una calidad homogénea, un servicio de mucha calidad y que la gente esté contenta con ellos. Eso es lo que nos hace diferentes y ahí es donde tenemos que ganar.
Entiendo que las pymes somos rentables. Una gran superficie para generar un millón de euros necesita diez empleados. Una pyme necesita treinta o cuarenta empleados para eso. Y lo que necesitamos ahora es empleo. Por eso habrá que ayudar a las pymes, que son más ineficaces en su gestión y necesita más personal para distribuir productos y servicios.
—No es ningún secreto que existía cierto malestar con la anterior junta directiva por falta de iniciativas ¿Es ese el motivo por el que muchos socios empezaron a trabajar al margen de la asociación?
—No. No hemos trabajado al margen de Apymeal; de hecho, muchos de los integrantes de Algeciras Centro no son socios de Apymeal. Eso fue lo que fue, un grupo que nos juntamos para organizar un sorteo, que fue lo primero que hicimos. Aquello le gustó a otros empresarios y nos dijeron que los avisáramos para la próxima actividad. Hemos rellenado un hueco que nadie estaba cubriendo.
No tengo ninguna crítica que hacerle a la junta directiva saliente. Si ellos han estado es porque nadie se ha presentado. La crítica nos la tenemos que hacer los que no nos hemos presentado. Quizás los que no nos menos presentado hemos tenido la culpa de que estén los que sí estaban. Si alguien pensaba que no lo estaban haciendo bien han tenido cinco oportunidades para presentarse y nadie ha presentado una alternativa. Tenemos lo que hemos ido permitiendo los socios.
—En su caso, su candidatura estuvo supeditada a que no apareciese ninguna otra ¿Fue para evitar una división interna de la asociación?
—Fue estrictamente porque yo no quiero ser presidente de Apymeal. Nuestra candidatura lo que hace es rellenar un hueco. Intentaremos crear una estructura de funcionamiento e ilusionar, pero mi intención es estar dos años nada más. No quiero perpetuarme ni nada por el estilo. Lo primero que he hecho es entregarle a mi junta directiva mi carta de dimisión, ya firmada, para que el día que crean que no lo estoy haciendo bien, que la presenten.
No tengo intención de sacar nada de Apymeal. Intentaremos que funcionen y lo único que me voy a llevar van a ser dolores de cabeza. Sé que estar ahí inventándose cosas nuevas y diferentes es muy difícil. El primer día es fácil, pero cuando llevas seis meses es complicadísimo seguir inventando cosas. Por eso creo que la savia nueva es imprescindible. Deseo que dentro de dos años haya alguien dispuesto a sustituirme.
—¿Cuál es el estado de salud de Apymeal? ¿Corría tanto riesgo de disolverse como se dijo ante la salida de Fenoy?
—El riesgo existía en tanto en cuanto no hubiese una candidatura. Pero creo que ha sido un malentendido entre los medios de comunicación o una mala comunicación por parte de la directiva. José Antonio Fenoy sabía de mi intención de presentarme, pero le pedí que no dijera nada hasta el último minuto por si hubiese algún otro interesado en presentarse, porque yo no pretendía ser presidente.
Económicamente está tremendamente saneada. Tiene un saldo económico positivo muy buen. Apymeal, que yo sepa, nunca ha tenido tanto dinero como ahora. Tenemos un cuerpo de socios de más de doscientos empresarios, que va variando, pero siempre está en doscientos y pico. Para mí la mayor muestra de salud es la necesidad que tenemos de que exista. Si no existiera habría que inventarla.
De hecho, los socios de la mal llamada parte baja están montando una asociación nueva, Centro Comercial Tradicional o algo así. Me parece una muestra de salud. Pero lo primero que tengo intención de hacer es reunirme con ellos, antes que con cualquier otro. En principio trabajan al margen de Apymeal y, según creo, su intención es agrupar solo a la zona baja. Creo que es un poco absurdo dividirnos ahora. Creo que es el momento de trabajar juntos. No tengo ninguna intención de colgarme medallas, sino de que salgan cosas y trabajemos juntos. Esas serán nuestras medallas.
—Algunos de los comerciantes que forman la nueva directiva son muy activos en redes sociales ¿Planean actividades formativas en este sentido, o en algún otro?
—Eso, quizás, pertenece al negociado de la Cámara de Comercio. Sabemos el interés que tienen en este tipo de actividades formativas y tal vez sea más labor de la Cámara que nuestra. Las actividades de formación a nosotros ahora mismo se nos escapan y tenemos otras muchas cosas en las que trabajar. Más adelante, Dios dirá. En cualquier caso las nuevas tecnologías hoy en día son imprescindibles. Yo digo muchas veces que cuando no eres capaz de inventar algo, cópialo. Mira a los que lo hacen mejor que tú y copia. Las grandes distribuidoras a nivel mundial son las que mejor hacen algunas cosas. Tenemos que aprender y adaptarlo a nuestros negocios. A mí me funciona.
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