Campo de Gibraltar

La casa Marcos Criado, un verdadero hogar

Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai

La casa Marcos Criado es algo más que una casa de acogida. Conviven hombres y mujeres con niños con un el objetivo común de salir adelante y dejar atrás una mala etapa. El buen ambiente de convivencia ha convertido a este colorido edificio de San José Artesano en un verdadero hogar.

Ese es el objetivo de la fundación Prolibertas, cuyo trabajo describe el párroco de la Santísima Trinidad, de San José Artesano, Manuel Cánovas: “Es una fundación que está en distintos puntos de España. Trabajamos sobre todo con personas que están en la marginación, en la exclusión social. Principalmente tenemos casas de acogida y también un comedor social en Córdoba. En las casas de acogida nos estamos centrando en personas excluidas por haber estado en la cárcel, relacionadas con el medio penitenciario, aunque está abierta a otros colectivos”.

El reverendo añade que “aquí, en Algeciras, tenemos la casa de acogida Marcos Criado, ese edificio rojo y azul que se ve al lado de la parroquia de la Santísima Trinidad, en San José Artesano. Lo que intentamos hacer es un seguimiento a las personas que son excluidas por haber pasado por la prisión. En ese seguimiento intentamos que haya distintos aspectos: Integración, promoción e inserción socio-laboral”.

Para los responsables de la casa de acogida es importante el tratamiento personalizado de cada interno, con el fin de prestar una atención adecuada que pueda dar el resultado deseado. “El programa, de hecho, es de inserción socio-laboral. Damos acogida, porque muchas personas salen de la prisión y no saben dónde estar. Todo esto lleva un acompañamiento y un seguimiento personalizado, porque cada persona tiene un nombre, una cara y una situación por la que ha pasado y le ha llevado a este momento de su vida y necesita que se le acompañe”, explica Cánovas.

Más que un centro de acogida
“Tenemos también unos proyectos de cooperación al desarrollo. En nuestra casa, lo que se trata es de conocer a la persona, acompañarla, ayudarla en sus necesidades básicas e ir ayudándola a integrarse de nuevo en la sociedad. Por eso el trabajo también va dirigido a sus familias y otras personas, que se sientan también insertados de nuevo en la sociedad. En las condiciones actuales no es sencillo, sobre todo el que encuentren un trabajo al final. Pero vamos poco a poco.  Estamos involucrados en todos los centros penitenciarios de la provincia de Cádiz, también en El Puerto”, asegura el párroco.

Para que la convivencia, el día a día, sea más agradable tiene una importancia especial el hecho de que no sólo haya hombres en la casa Marcos Criado. La presencia de los niños, en especial, ayuda a crear ese ambiente familiar que da ese toque hogareño a la casa, como explica Cánovas: “Nuestra casa es especial. Normalmente los programas son de hombres o de mujeres, pero en nuestra casa tenemos espacio tanto para hombres como para mujeres con niños. Eso crea también un poco de hogar. Es lo que notamos, porque corren los niños por allí y eso hace que la vida esté un poco más viva en la casa”.

Y ahora quiere más. El objetivo ahora es convertir el edificio en un lugar de encuentro. “La casa es muy grande. Tenemos muchos espacios y la verdad es que, cuando tengamos las cosas bien en orden, dentro de poco ya, queremos ofrecerla a las asociaciones de vecinos cercanas, a la nuestra y a la ciudad de Algeciras. Hay mucho espacio para encuentros de cualquier tipo. Todas las cosas que realicemos, tanto nosotros como las asociaciones públicas o privadas, la casa está abierta y podemos utilizarla todos”, explica el reverendo.

Entorno familiar
Marcos Criado “fue un valiente misionero declarado beato por dejarse hasta su vida anunciando la palabra, la de Cristo, la de la vida, sin más medio ni arma que ésta”, describe la web de Prolibertas. Este Trinitario, prosigue, nació en Andújar, destacó por ser un gran predicador. Fue enviado como misionero a la zona de las Alpujarras para afianzar la fe de los moriscos. Murió después de tres días atado a un árbol y torturado.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN