Invitado de honor y para la ocasión, la aportación del vigésimo segundo Duque de Medina Sidonia, Leoncio Alonso González de Gregorio ha sido fundamental en la presentación del último trabajo del historiador Antonio Torremocha: “Guzmán El Bueno, una vida de leyenda”, editado por Ultramarina. Inspirado en la vida del caballero Guzmán el Bueno, Torremocha ofrece una perspectiva distinta sobre la historia y, en especial, sobre el personaje que tan ligado está a la ciudad tarifeña. No en vano, se trata de una historia novelada sobre un personaje que sigue siendo actual.
El marco de la presentación, la también histórica y significativa iglesia de Santa Mará, ha sido elogiado hoy en varias ocasiones, la primera por el propio Alcalde de Tarifa. Juan Andrés Gil no ha dejado de agradecer la presencia en la ciudad del Duque de Medina Sidonia a quien ha conducido en un inspirador paseo por el interior del Castillo de Guzmán. Una visita ésta que ha resultado reveladora para el descendiente de Guzmán el Bueno.
El Alcalde de Tarifa ha destacado la calidad del trabajo del Doctor en Historia, Antonio Torremocha, pero agradeció también que pensara en Tarifa para la presentación del mismo, una decisión que motivó después el escoger un escenario como la iglesia de origen mudéjar donde se dejaron al descubierto también restos romanos. Santa María fue lugar de culto para musulmanes y católicos y ha sido el mejor contexto para el acto de hoy, según explicó también el Alcalde.
La aportación de datos ha sido otro aspecto destacado en la cita de este mediodía. El Duque de Medina Sidonia cuenta con conocimientos legados por su familia y con valiosos archivos históricos que otorgan luz a las investigaciones actuales. Alonso González de Gregorio habló de la figura de Guzmán con rigor académico propio de un profesor en Historia Económica, profesión a la que se debe en la Universidad de Castilla La Mancha.
Pero el Duque de Medina Sidonia ha dicho en Tarifa que una de sus funciones, como noble y descendiente de figuras de calado histórico, es la de “hacer justicia histórica”. Se mostró profundamente interesado por el trabajo del autor del libro y también por el conocimiento de sus antepasados. Habló también de las constantes revisiones históricas a las que se ha visto sometida la “leyenda de Guzmán” en Tarifa.
En torno a los años 20 se cuestionó la gesta a la que se otorgó el calificativo de “fantasía”. Más tarde, en los años 60 se arroja claridad a estos acontecimientos gracias al propio archivo de Medina Sidonia y a un legajo: el privilegio que concede Fernando IV a Guzmán el Bueno donde se le reconoce también su hazaña. Esta aportación del Ducado de Medina Sidonia a la investigación histórica fue fundamental para las siguientes décadas. Gracias al archivo familiar, el Duque de Medina Sidonia puede describir hoy al personaje como un “hombre de fronteras” con carácter polifacético y también gran empresario (fue propietario de las almadrabas del Estrecho). En este punto ha coincidido con el autor del libro, quien ha resaltado de Guzmán el Bueno el “don de la oportunidad”. Para Torremocha, Guzmán el Bueno fue astuto y con gran destreza. Fue también humilde (real o figuradamente), y con esta cualidad conquistó al Sultán de Fez con quien permaneció en el norte de África durante quince años. El historiador campogibraltareño ha hecho hoy una descripción vital del personaje en cuestión, desde su nacimiento como hijo ilegítimo de don Pedro de Guzmán, hasta el momento en el que se convierte, con tan sólo 36 años, en uno de los caballeros más influyentes del reino de Castilla.
Pero la novela de Antonio Torremocha está contada por otro personaje figurado, un Secretario de otro noble descendiente de los Guzmanes. Así reconduce detalles inspirados en datos de Barrante Maldonado, pero también en las investigaciones del estudioso tarifeño Wenceslao Segura, a quien ha agradecido hoy sus constantes aportaciones.
Y las discusiones sobre el origen detallado de Guzmán el Bueno siguen abiertas. La presentación de hoy ha sido prueba de ello. Mientras el Duque de Medina Sidonia ha defendido el origen burgalés del personaje y ha apuntado la tesis que sostiene el origen musulmán del guerrero, Torremocha ha querido terminar el acto refutando datos como el de la procedencia africana de Alonso Pérez de Guzmán. Ha dicho que fue una figura “amoriscada”, cualidad por su destino durante años como guerrero en África contra las hordas infieles y al mando del Sultán de Fez. Sin embargo, desvela Torremocha que “nunca hubiera conseguido la alcaldía de la plaza tarifeña, concedida en 1291 por el monarca castellano, si no hubiese sido demostrado su origen cristiano y castellano”.
El Alcalde de Tarifa cerró el acto invitado a los participantes a que publiquen sus exposiciones en la revista de estudios tarifeños Aljaranda.
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