El alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, ha entregado hoy, martes, en la sede de la Asociación de Vecinos de Miraflores los 56 boletines de enganche con los que los propietarios de las viviendas de los bloques 9 y 10 podrán proceder a la instalación de contadores de agua individuales. Se pone fin así a un proceso que ha durado más de dos años y que supuso cortes de suministro durante casi 40 días, además de que se da un importante paso adelante para la legalización de los inmuebles.
Así lo han puesto de manifiesto tanto el primer edil como José Vera, teniente de alcalde y presidente del citado colectivo vecinal. Ruiz Boix señaló que “con estos contadores de agua individuales cada una de las familias pagará según su consumo, y si alguno no paga no habrá corte de suministro a todos, como ocurría hasta ahora por ser contadores colectivos”.
“Los vecinos -concretó- tienen ahora un mes de plazo hacer su contrato individual, que también le servirá para atestiguar su relación con la vivienda, de manera que será más fácil conseguir una cédula de ocupación, porque para el Registro de la Propiedad estos dos bloques no existen (a pesar de haber sido construidos hace unas tres décadas)”.
“Hoy -explicó el alcalde- damos un paso importante, gracias al esfuerzo del Ayuntamiento para el que se ha contado con la colaboración de la empresa mancomunada Arcgisa. A partir de ahora, como el resto de los vecinos de San Roque, van a tener que abonar ellos el consumo del agua que generen. Espero que todos se den de alta lo antes posible para que este proceso finalice en el menor plazo de tiempo posible”.
Por su parte, José Vera recordó que hace dos años “Arcgisa cortó suministro de agua potable a los bloques 9 y 10. En aquel momento, la Corporación que presidía Fernando Palma inició el proyecto de instalación de contadores de agua individuales, proyecto que ha ejecutado el actual Equipo de Gobierno con una subvención que ronda los 40.000 euros”.
“Lo único que nos queda ahora de aquel problema -dijo Vera- es el nombre de nuestra fiesta, que se llama fiesta del agua precisamente a raíz del problema que tuvieron estos bloques. Espero que nos quedemos con esa parte de alegría, para recordar los casi 40 días de corte de suministro que tuvieron estas familias, y empezamos una nueva etapa en la que se da solución a un problema. Esperemos sea principio del fin de algo que tanto quebraderos de cabeza ha creado a las familias”.
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