El príncipe Eduardo y su esposa, Sophie Rhys-Jones, inician mañana un viaje oficial a la colonia británica de Gibraltar como parte de los actos para conmemorar el Jubileo de diamantes de la reina Isabel II, que celebra sus 60 años en el trono.
Durante la visita, que se prolongará hasta el miércoles, los condes de Wessex asistirán a cenas de gala, entregarán premios a estudiantes y se reunirán con militares en la base de las Fuerzas Armadas británicas en el Peñón, según la agenda oficial difundida por el palacio de Buckingham.
El lunes, la pareja pondrá la primera piedra de un monumento que conmemorará el Jubileo en el parque Jubilee Commonwealth de Gibraltar, y asistirán a una ceremonia de bienvenida.
El martes, visitarán el puerto y desvelarán una placa en honor de trabajadores marroquíes en una fuente en los jardines de la Alameda, y visitarán el museo del Peñón.
El miércoles, último día de su visita, se reunirán con líderes religiosos e inaugurarán un nuevo tribunal, además de visitar la nueva terminal del aeropuerto gibraltareño.
La visita del hijo menor de Isabel II llega precedida de polémica con el Gobierno español, que respondió al anuncio de la misma, el pasado mayo, con la anulación del viaje al Reino Unido que iba a hacer ese mes la reina Sofía para asistir a los festejos del Jubileo.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, reiteró el pasado viernes que la visita del príncipe Eduardo y su esposa es "profundamente desafortunada" en el tiempo y en la forma, debido a las tensiones actuales entre España y Gibraltar.
A petición del Gobierno de Mariano Rajoy, la Casa Real española fue la única de las monarquías europeas que no estuvo presente en el almuerzo ofrecido el pasado 18 de mayo en el castillo de Windsor con motivo del 60 aniversario del acceso al trono de Isabel II.
Uno de los motivos de tensión entre España y Gibraltar es por un conflicto pesquero en aguas vecinas al Peñón.
Los pesqueros españoles se quejan de hostigamiento por parte de las autoridades locales después de que el Gobierno gibraltareño les impidiera faenar en aguas próximas al Peñón y esgrimiera una ley de 1991 para vetar artes de pesca que utilizan los españoles y permite la normativa europea.
En una reunión en Londres el 29 de mayo, García-Margallo y su homólogo británico, William Hague, consideraron que el conflicto era local y "animaron" a las autoridades de Gibraltar y a los pescadores de Algeciras y la Línea a llegar a un acuerdo.
El pasado viernes, el grupo de trabajo del sector pesquero español se reunió con técnicos medioambientales de Gibraltar en ese territorio para tratar el conflicto pesquero, en una cita de la que dicho grupo salió "muy satisfecho".
La visita de Eduardo a Gibraltar, cuya soberanía disputa España al Reino Unido, es parte de los actos conmemorativos del Jubileo de diamantes de Isabel II, que han incluido también un espectacular concierto ante el palacio de Buckingham el lunes pasado y, el domingo anterior, un desfile de más de mil barcos por el río Támesis.
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