Verdemar, Ecologistas en Acción, se opone a la construcción del complejo de 219 viviendas que planea edificarse junto al Río Guadiaro. Uno de los portavoces de la asociación, Antonio Muñoz, explicaba cómo esta obra se expone a inundaciones al tratarse de uno de los ríos más caudalosos del mediterráneo occidental, llegando a desembocar setecientos hectómetros anuales. Explicaba además las consecuencias que podría tener un incidente de tales características: "la reparación la pagamos todos, y se trata de edificios bastante lujosos que no todos pueden adquirir."
En otra línea, hablaba de las acciones que ya se están realizando en la ribera del Guadiaro, como la construcción de un talud que desvía el agua para que puedan desarrollarse actividades lúdicas. Esta construcción, asegura Antonio, perjudica la fauna del lugar al alterar el curso natural del río. Recordaba que el Estuario del Río Guadiaro es una Zona de Especial Conservación por su función como lugar de paso y descanso para aves migratorias.
Hacía referencia también al yacimiento arqueológico de Barbésula, cercano al lugar designado para la edificación, alegando que se podría ver afectado con la alteración del terreno que podría darse tras la construcción del complejo. "Este proyecto no solo pone en peligro el patrimonio ecológico, sino también el histórico" aclaraba Antonio.
Por estas, la asociación pide que se reconsidere el proyecto para hacer un correcto balance que ahorre, tanto al Río Guadiaro como al propio complejo, problemas ecológicos, arqueológicos o de inundaciones.
