Hay un famoso proverbio que dice que el camino al infierno está lleno de buenas intenciones. Esto, de algún modo, podría aplicarse también a la Comisión Europea, que en su afán de cumplir con los objetivos de reducción de emisiones de gases con efecto invernadero podría estar creando, sin pretenderlo, el germen de una competencia desleal que podría comprometer seriamente el futuro de los puertos europeos, en especial los de carácter fronterizo como el de Algeciras, en favor de terceros países menos comprometidos con el medio ambiente.
Suena contundente, pero es la pura verdad. La tasa no evitará las emisiones de los buques, porque las navieras desviarán los tráficos a terceros países en los que no tengan que declarar -y pagar- derechos de emisión, con lo que el daño se hará por partida doble: por un lado, al medio ambiente, ya que la contaminación seguirá intacta, y por otro se estarán cargando la competitividad de los puertos que se vean obligados a cobrar estas tasas, como lo será el de Algeciras.
Pero vayamos al origen. Conozcamos la norma que puede ocasionar todo este desbarajuste. En 2021, una directiva europea ampliaba por primera vez el régimen de control de emisiones al transporte marítimo con la Emissions Trading System (ETS). Para los que no estén versados en la materia, una directiva, en propias palabras de la Comisión Europea, “obliga a los estados miembros a alcanzar los objetivos y a incorporar las medidas en sus ordenamientos jurídicos nacionales”, aunque otorgando cierta libertad a los estados nacionales a la hora de aplicarlos. En ello se diferencian de los “reglamentos” y permiten a los gobiernos nacionales elegir “los medios más adecuados” para aplicar las medidas.
La ETS, integrada en el denominado Pacto Verde Europeo (Green Deal). Éste adopta una serie de propuestas que integran al transporte marítimo con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% en 2030 (FIT for 55), meta que comparte todo el sector. En el caso concreto del Puerto de Algeciras, a éste objetivo se añade la reciente adhesión a la iniciativa Call to Action que busca la total descarbonización del transporte marítimo para 2050.
Solución: ampliar la medida a todo el Mediterraneo
El pasado viernes, Algeciras fue anfitriona de un encuentro nal “El desafío del ETS para los puertos europeos”, organizado por la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras (APBA), en el que también han pedido el apoyo de la Organización marítima Internacional (OMI) para ampliar la medida a todos los puertos del Mediterráneo, más allá de los de la Unión Europea, y así evitar una “fuga de emisiones”.
El presidente de la APBA, Gerardo Landaluce, matizaba, no obstante, su opinión acerca del ETS, remarcando el compromiso ambiental de todos los puertos presentes. “No es que no estemos de acuerdo con el enfoque y los objetivos del ETS. Todo lo contrario, apoyamos al 100% los acuerdos del Pacto Verde europeo (Green Deal) y el objetivo del Fit for 55, pero no es menos cierto que la legislación relativa al ETS, tal y como se ha creado inicialmente va a crear determinadas disfunciones”, aclaró.
Su visión coincide con la de los puertos del Sur de Europa participantes en el encuentro cuyos portavoces también han dado la voz de alarma sobre la pérdida de empleos estable y la deslocalización empresarial que se producirá. Los puertos de Barcelona, Las Palmas, Valencia, Sines y Algarve o el Sistema portuario del mar Tirreno Meridional y Jónico (TBC).
En la jornada, Carlos Álvarez-Cascos, consultor de SBC Shipping Business Consultants ha presentado casos prácticos de la aplicación del ETS y el coste económico que supondrá frente a la fuga de carbono que se seguirá produciendo. Álvarez-Cascos ha apostado por limar los “efectos frontera” extendiendo su aplicación a puertos vecinos, eximiendo a los afectados o aplicando las medidas a escala global. Sin posibilidad aparente de más moratorias o prórrogas a la aplicación de la medida, solo resta, como piden los empresarios y refrendan la Dirección de la Marina Mercante y Puertos del Estado, “estar vigilantes” ante los efectos en los primeros meses de aplicación de la norma y aplicar las medidas paliativas posibles.