Campillejos

Lagarto, lagarto... de la Magdalena

Érase una vez una bella ciudad de luz, al norte de las Andalucías y al sur de las Españas, cuyas huertas estaban regadas por caudalosos arroyos y sus entornos..

Publicado: 20/06/2018 ·
23:18
· Actualizado: 20/06/2018 · 23:18
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Autor

Rafael Cámara

Rafael Cámara es presidente de la asociación Iuventa y comisario del programa de Viva Jaén 'Jaén Genuino'

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Campillejos es un blog que trata sobre la actualidad cultural y patrimonial de Jaén y su provincia

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Érase una vez una bella ciudad de luz, al norte de las Andalucías y al sur de las Españas, cuyas huertas estaban regadas por caudalosos arroyos y sus entornos albergaban vestigios de antiquísimas civilizaciones. En la zona más privilegiada de la urbe existe hoy una gran fuente monumental que data de la antigüedad. Cuenta con un gran arco triunfal de acceso y forma semicircular. En ella nacía un arroyo de abundante caudal, que daba su agua a diferentes fuentes, baños y edificios y que, finalmente, salía por las murallas para regar las huertas que existían extramuros. En ese lugar que hoy ocupa la mencionada fuente, habitó en muy lejanos tiempos un enorme Dragón o Sierpe, al que los habitantes de la ciudad conocen con el nombre de “Lagarto de la Magdalena”. Cuentan los mayores que aquel enorme monstruo, de terroríficas fauces, salía de su cueva en busca de las ovejas que pastaban en los aledaños del manantial. Y conforme creció y su apetito se tornó cada vez más insaciable, comenzó a alimentarse incluso con los sufridos habitantes de aquella antigua metrópoli. Ya nadie se acercaba en busca de las aguas de aquel nacimiento emblemático que había sido orgullo colectivo y fuente de vida local. Pero la fortuna habría de retornar de la mano de un valiente que, preso y condenado a muerte, se ofreció a matar al Lagarto a cambio de su libertad. Admitida la propuesta y sin más preámbulo, se le concedió aquello que argumentó necesitar para la hazaña: un caballo veloz, un saco de panes calientes, pólvora y un cordero recién sacrificado. En un inolvidable anochecer, se acercaría el valiente, montado en su caballo, hasta la guarida del Dragón. Avivaría el hambre de la bestia lanzando panes calientes al aire, provocando que el Lagarto de la Magdalena saliera tras él. El preso, dejando un rastro de panes tras de sí, llegaría hasta el Arrabal de San Ildefonso, donde tenía preparado el cordero relleno de pólvora. En cuanto arribó el Lagarto al lugar, encendió el preso la mecha y el Dragón se tragó de un solo bocado aquel apetitoso cordero. Y fue así que en llegándole al estómago, hizo efecto la pólvora y aquella fiera sufrió el reventón más grande que se haya escuchado nunca en los confines de la Tierra. Los vecinos de la ciudad y sus contornos celebraron la gloriosa gesta de aquel héroe, que había librado del mal que atenazaba a aquellos ciudadanos que, en agradecimiento, no podrían olvidar nunca lo ocurrido. Pasaron los años y los siglos, pero la memoria de los lugareños no olvidó la hazaña ni el reventón. Por eso, en este año de 2018, entre el 22 de junio y el 2 de julio, la Muy Noble, Famosa y Muy Leal Ciudad de Jaén, volverá a celebrar con múltiples actos el Día Oficial del Lagarto de la Magdalena.  Una fiesta que es de todo Jaén, ciudad y provincia. Una fiesta que es para todos los giennenses y visitantes que deseen rememorar esta singular fábula de superación y liberación del pueblo frente a la opresión. No se lo pierdan.

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