La Huelva cofrade está en plena ebullición desde que, hace unos días, desde el Obispado se anunciara públicamente que a finales de septiembre de 2025 se celebrará una Procesión Magna Mariana con ocasión del Año del Jubilleo de la Esperanza. Una procesión que será un acto más de la programación, que desde Palacio, se ha diseñado, aunque al gran público solo le interesa esta Procesión Magna en la que estarán presentes distintas Vírgenes que reciben el amor profundo de mucho ciudadanos.
Esta Magna tiene sus antecedentes en 1054 cuando don Pedro Cantero Cuadrado quiso que todas las patronas de los pueblos de nuestra provincia desfilaran por la capital. Ya entonces hubo quien renunció pero, aunque la memoria es muy frágil, operaron los principios que son inmutables y los responsables de esa imagen -prácticamente a los cinco minutos de que el Obispado enumerara las Vírgenes participantes- reiteraron la renuncian y, por tanto, no se podrá contar con Ella, algo presumible aunque haya quienes piensen todo lo contrario.
En 1956 se celebró otra Procesión Magna con ocasión de la proclamación de la Virgen de la Cinta como alcaldesa perpetua de Huelva y, hasta las puertas del Ayuntamiento, sede del nombramiento, se acercaron varias imágenes marianas de la propia ciudad.
Desde que se han puesto de moda las procesiones magnas -ya se hacen hasta en los pueblos pequeños- en los ambientes cofrades onubenses había esa inquietud por celebrar una Magna por cualquier motivo. Es verdad que tuvimos una hace varios años -para muchos, bastante tiempo- por lo que había ‘necesidad’ de hacerla en Huelva por cualquier motivo que surgiese y así evitar tener que gastar dinero en Córdoba, Granada, Cádiz y otras capitales para poder ver la Magna de esas ciudades en la calle.
Ahora ha llegado el momento de contar con una Magna Mariana. Y, a la hora de decidir las imágenes participantes se han acudido a diversos criterios. Todos ellos válidos, pero que no han terminado de convencer al personal. Hay un número de imágenes invitadas y algunos echan de menos algunas otras pero la procesión tiene unas dimensiones y un recorrido. A las imágenes invitadas hay que añadirles las Titulares de las Hermandades Sacramentales de la capital, mientras hay quien se pregunta por qué no se cuenta con las Sacramentales. Por el mismo motivo, dimensiones y recorrido de la procesión. También se quiere contar con las imágenes de las Vírgenes Coronadas existentes en nuestra provincia y que, desde finales del pasado siglo, se han multiplicado y se ha abusado del número de coronaciones.
Lo cierto es que, a pesar de los inconvenientes, habrá Magna Mariana para solaz y disfrute de los incansables, esos que solo sirven para ser cangrejeros los días de salida pero que, después, no sabe ni el horario de la misa de su Parroquia. Es así como funcionan la mayoría de los innumerables ‘ferverosos’ que arropan los pasos y que sirven para decir que nuestra Semana Santa está en auge aunque la verdad es que nuestras Hermandades, con su enorme esfuerzo, trabajo, dedicación y caridad, son las que han hecho que ocupen ese lugar preeminente en la religiosidad popular.
Magna Mariana, sí, pero que no sea unos pasitos en la calle. La procesión tiene unos objetivos y esos deben primar sobre el desfile por nuestras calles. Y no olvidemos que la Magna se celebra dentro de un Año Jubilar, del que algunos no tienen ni puñetera idea.
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