Siempre en la vida he intentado estar ajeno a cualquier tipo de polémica y de confrontaciones innecesarias únicamente alimentadas por el odio o las ganas de revancha de una parte hacia otra. Esto lo he llevado a rajatabla en todos los órdenes de la vida, sobre todo en la esfera personal donde siempre creo que me ha caracterizado el tender puentes y no establecer trincheras.
Escribo sobre esto a raíz de lo suscitado por la retirada de la plaza de Pemán en su casa natal. Ya antes, el Ayuntamiento de Cádiz había retirado un busto y el nombre del más que conocido en los veranos de Cádiz, teatro Pemán.
Esto es estéril porque, conociendo como es la gente de una ciudad en la que todavía se le llama Plaza de Toros a la plaza donde ya no está este edificio, el teatro Pemán o el estadio Ramón de Carranza lo seguirán siendo por los siglos de los siglos.
Además, esto es desconocer totalmente la figura de una de las mejores mentes de nuestro país y del que tenemos que estar orgullosos todos los gaditanos.
Tal y como ha indicado la familia, esta decisión conlleva una ignorancia total y una falta de cultura manifiesta. Pemán era de derechas, era escritor, no político y una persona totalmente defensora de la monarquía.
En estos momentos, José María Pemán sería considerado un liberal, teniendo, además una labor de ayuda e intercesión hacia quien estaba en el exilio tal y como se ha podido comprobar en estos días con diversas fotografías que han salido en los medios de comunicación.
Además les digo una cosa: para mí, la casa natal de Pemán seguirá siendo lo que era.
España necesita lazos, unión, no guerra y confrontación. Miren en mi familia ha habido gente que lo pasó mal, muy mal en la guerra civil española y les aseguro que no tengo ningún ánimo de revancha ni de remover cuestiones que lo único que alimentan es el odio y el rencor.
Lo que sucedió, desde mi punto de vista, tuvo su carpetazo con la aprobación de la Constitución de 1978 y el reencuentro de los españoles en la transición.
Lo demás, que me perdonen quienes toman las decisiones, me parecen cuestiones catetas y fuera de cualquier contexto de conocimiento de nuestra historia. Diversa, complicada a veces, pero nuestra historia.
Muchas veces acabo mis artículos de la misma forma pero, una vez más, tengo que decirles que así nos va y, por suerte, demasiado bien nos va para los mimbres que tenemos en nuestro país.
Hoy les libro de leer mi opinión sobre los indultos a los condenados por el independentismo catalán al saltarse las leyes.
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