LaLiga del año 2020/21 será recordado como la primera que se disputa íntegramente dentro de una pandemia (de momento), pero también lo será por las dudas que existen sobre las manos dentro del área. Durante la competición se ha notado un claro desconcierto por parte de los colegiados a la hora de decidir qué acciones son punibles y cuáles no. Las estadísticas dicen que el Cádiz CF es el equipo al que más penaltis le han pitado en contra (8 con Betis y Granada) y menos a favor (2 con Elche). Estos datos repercuten de forma directa sobre la clasificación final.
El pasado domingo volvimos a vivir otro episodio de esos que te dejan pensando que el equipo que va de amarillo tiene que remar siempre un poco más que el resto. Un tiro de Parejo en la frontal golpeó de forma involuntaria en las manos del centrocampista Jonsson y el árbitro, después de revisarlo en la pantalla del VAR, decidió señalar penalti a favor del Villareal, acción que propició el primer gol del partido. La realidad nos dice que las manos del danés no estaban en una posición natural, pero también se pudo apreciar que la tomas vistas por César Soto Grande no clarifican la dirección a la que se dirige el balón, factor que el Cádiz considera vital a la hora de señalar esta pena máxima.
Para rematar la tarde, el balón tocó en la mano del jugador contrario Yéremi Pino dentro del área, un minuto antes del final del encuentro, jugada que el árbitro no revisó tras la negativa de la sala VOR. El propio Álvaro Cervera decía en rueda de prensa que "es muy sencillo explicar las cosas, partiendo de la base de que para mí no es penalti ninguna de las dos manos y nos condiciona en el minuto uno con un tiro que iba a Tarragona y se pita como penalti”. Misma opinión tenía su pupilo Iván Alejo que admitía que “ni nosotros mismos sabemos cuando son manos”. Un problema que los árbitros llevan arrastrando toda la temporada y deberán mejorar de cara a la próxima temporada.
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