Iba a ser un balcón al mar, un equipamiento para uso ciudadano y cultural, con una sala de lectura, algún local hostelero e incluso una estancia complementaria para el antiguo Teatro Pemán. Pero finalmente la Pérgola Mirador de Santa Bárbara ha terminado siendo humo y cenizas. Gran parte de la última construcción de Teófila Martínez como alcaldesa de la ciudad, que costó más de un millón y medio de euros, ardía el pasado sábado por causas aún desconocidas.
El incendio ha provocado graves daños en su estructura como consecuencia de la rápida propagación del fuego, debido a que ardieron los enseres de las personas sin hogar que suelen pernoctar en la zona y al hecho de que se propagara a los lucernarios, realizados con policarbonatos traslúcidos. El origen del fuego “no se sabe con exactitud”, según señalan desde Bomberos del Consorcio de la Provincia del Parque de Cádiz, aunque al no haber fluido eléctrico en la zona “todo parece indicar algún tipo de implicación humana, sin discernir la posible o no intencionalidad”. La gran humareda provocada hizo, además de aparatoso, que el incidente fuera visible a gran distancia.
El estado de abandono de la pérgola era evidente, algo que se viene denunciando desde hace años. Sin ir más lejos, la semana pasada este periódico informaba de un accidente sufrido por un joven que se cortó la mano con los cristales de una de las mamparas rotas mientras paseaba por la zona. La semana anterior Santa Bárbara también era protagonista de estas páginas con la denuncia por parte de los usuarios del aparcamiento subterráneo, que se quejaban de la inseguridad e insalubridad que reina en los accesos peatonales situados bajo el mirador.
Hace justo siete años, en agosto de 2013, el Instituto de Fomento Empleo y Formación (IFEF) del Ayuntamiento de Cádiz y la empresa Corsan Corviam Construcción SA firmaban el contrato para el inicio de las obras de construcción de este equipamiento que sería financiado con fondos europeos. Los trabajos fueron adjudicados por la friolera cifra de 1.517.114,26 euros. No fue hasta marzo de 2015 cuando se inauguró, apenas dos meses antes de que Teófila Martínez perdiera la alcaldía tras 20 años en el poder.
La estructura no tuvo muy buena acogida por parte de gran parte de los vecinos y vecinas de la ciudad, quienes consideraban que rompía la estética de la zona y no le vieron mucha utilidad a la construcción. También el actual alcalde, José María González, criticó durante su campaña el “despilfarro” de dinero empleado en el mirador. Recientemente el Ayuntamiento había ofrecido la infraestructura a la Universidad de Cádiz, aunque esta requirió antes de hacerse cargo de ella que fuera arreglada, ya que eran numerosos los desperfectos y destrozos. Ahora se añade la calcinación, con lo que su reutilización no pinta nada bien.
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