“Por el castillo del Falla corre un rumor...”. Este inicio de la presentación de La Chusma Selecta de Antonio Martínez Ares ha causado auténtico furor entre los seguidores del Carnaval que llenan los asientos del Gran Teatro Falla, que está viviendo los últimos días del COAC.
El icono del Carnaval de Cádiz es el templo de los ladrillos coloraos. Detrás de todo ese espectáculo que vemos por la televisión, hay un trabajo en la sombra de unos magníficos profesionales y que a veces no se aprecia.
Los vigilantes de seguridad del teatro llevan siete meses sin cobrar, siete. Desde el mes de agosto, los cuatro trabajadores de EME Seguridad han dejado de percibir su salario, y lo peor de todo, es que la entidad ha entrado en Ley Concursal y según les ha dicho la jueza, pueden perder su empleo en cualquier momento.
Ante esta situación, VIVA CÁDIZ ha podido saber según fuentes cercanas a los trabajadores, que van a iniciar una serie de protestas que comenzarán con una manifestación en el Ayuntamiento de 08.00 a 15.00 horas a partir de este miércoles.
A pesar de que EME Seguridad decía a los trabajadores que estos impagos eran algo puntual y que se le pondría solución, la única realidad es que desde agosto la plantilla no ha percibido un euro.
Los trabajadores al principio no querían denunciar a la empresa por posibles futuras represalias que pudieran acarrear algún despido, y tampoco querían presionar al Ayuntamiento para que no rompiera el contrato con la empresa y verse en la calle, por lo que se veían en un callejón sin salida a la vista.
Finalmente, y ante el miedo del despido, los trabajadores decidieron esperar a que la solución llegara, o que “el bombazo fuera más fuerte”.
En el momento en el que sale el nuevo pliego del Ayuntamiento en el que “estamos dentro”, los vigilantes se sienten más tranquilos, porque la empresa que entrara los tendría que subrogar, siempre y cuando siguieran trabajando en el teatro.
¿Cuál es el problema? La empresa que puede entrar, no lo haría, mínimo, hasta mayo, y si el administrador concursal rescinde el contrato, “que está en todo su derecho, nos vamos a la calle”.
Los plazos son muy justos, y si pasan dos meses desde el momento del despido, la empresa que entre nueva no estaría en la obligación de tener que contratar de nuevo a estos vigilantes, y ese es su principal temor.
A pesar de todo esto, los vigilantes han seguido trabajando en el teatro, demostrando una profesionalidad que escasea hoy en día.
Algunos de ellos han tenido que acudir a los servicios sociales para que les paguen la luz y el agua. Estamos hablando de familias en las que el sueldo de los vigilantes era el único ingreso en la casa, y tenían en muchos casos se han visto obligados a pedir dinero prestado a sus familiares y amigos.
Los empleados de EME Seguridad están viviendo un calvario, un sin vivir. Apenas comen y duermes, no tienen ganas de nada, solo de seguir trabajando, y que obviamente les paguen.
Han continuado trabajando en el concurso, haciendo ellos sus cuadrantes, todo para no poner dificultades y que el COAC se viera perjudicado. Este miércoles comenzarán una manifestación en el Ayuntamiento para buscar una solución.
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