Aunque sin las tensiones vividas en otras ciudades, en Cádiz capital la llegada de Uber sigue generando el lógico recelo del sector tradicional del taxi, que sobre todo pide que las VTC cumplan con la normativa al tiempo que apuestas por mejorar su propio servicio como mejor forma de paliar las posibles repercusiones de esta competencia.
Este pasado fin de semana comenzó con un aparatoso accidente entre un vehículo de la plataforma Uber que, a la altura del antiguo Cine Avenida, chocó contra un turismo que, curiosamente, pertenecía a un conductor de taxi que regresaba tras una jornada de servicio. Pero no piense mal el lector, solo fue un accidente.
El problema es otro. “Es que no conocen la ciudad y suele pasar este tipo de situaciones”, señala el presidente de Radio Taxi en Cádiz capital, Rafael Reyes, porque “no se les exige ninguna capacitación, mientras que a los taxistas se nos tenemos que tener el carnet municipal, que se logra mediante un examen”.
Rafael Reyes explica que “el Ayuntamiento, a través de la Delegación Municipal del Taxi convoca unos exámenes para obtenerlo, y no es sencillo aprobar. Hay que saberse el reglamento andaluz del taxi, el callejero y los principales monumentos y lugares turísticos de la ciudad”. El examen consta de tres partes, las cuales hay que aprobar y en él se pregunta por veinte puntos del reglamento, por diez monumentos y cuatro itinerarios”.
Reyes reconoce que aunque “Cádiz no es una ciudad muy grande, es complicada y por eso estamos luchando a través de la Federación Andaluza del Taxi se implante la licencia urbana para las VTC”. A modo de anécdota, “el otro día me mandaron una foto de un vehículo VTC con la ‘L’. Ocurrió en Barcelona”.
En Cádiz, “vemos todos los días como se meten en calles en dirección prohibida, algo que ya hemos denunciado ante la Policía Local”. Y es que “se meten aquí sin conocer la complejidad de Cádiz para conducir”, por ejemplo “el otro día un VTC que iba por la calle Isabel La Católica, giró a la derecha por Antonio López en dirección a la Plaza Mina. Le sacamos una foto y se la llevamos a la Policía Local para que interpusieran la denuncia”.
También existe un vídeo en el que un taxista insta a un conductor de Uber a irse de un lugar de captación de clientes, junto a la estatua de Simón Bolívar. El vehículo VTC estaba parado y “con la aplicación abierta, lo cual no es reglamentario. Se llamó a la Policía Local que interpuso una denuncia”, aunque “la misma se envía a la Delegación de Transporte de la Junta que se supone tiene que actuar, aunque lo dudo mucho”.
Los conductores de Uber no pueden estar a menos de cien metros de lugares de captación de clientes, como los hoteles, las paradas de taxis, los hospitales, etc. “Ahora, con la nueva ordenanza municipal que se está trabajando, la idea es que se amplíe ese perímetro a 300 metros, como en Marbella”, señala Reyes, para quien “lo importante es que los agentes de la Policía sepan cuál es la normativa que deben cumplir”.
De hecho se realizó un curso en agosto que seguramente se repita a finales del presente mes.
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