En la extensa travesía que separa a las antípodas, no todas las metas volantes son negras o blancas. Afortunadamente hay matices que sólo, con el paso del tiempo, te dejan ver el color del presente y vaticinar la paleta cromática del mañana. De ahí que me niegue a decantarme entre los extremos que defienden Gobierno andaluz y oposición. En la dicotomía que vociferan entre Gobierno del cambio o del cambiazo, no me encontrarán. Al menos de momento, hasta que no haya más elementos de juicio que definan con dosis reales de certeza y no de pasión partidista el apellido del nuevo ejecutivo.
Dicho esto, bien haría San Telmo en cambiar el paso errático de agosto y de la primera quincena de septiembre. Varios episodios han esfumado la casi luna de miel en la que gobernó su primer semestre, mirando en exceso al espejo retrovisor para culpar al PSOE de interminables males heredados, pero sin sobresaltos notables en la acción diaria, más allá de algunas concesiones a Vox a cambio de estabilidad presupuestaria. Bien merecería la pena ese desgaste. Era un ejecutivo que había conseguido, entre otros méritos, mantener la senda alcista del turismo, las exportaciones y la creación de empleo, instaurar en la práctica el principio de concurso, mérito y capacidad para nombrar a altos cargos -gracias fundamentalmente al consejero de Economía, Rogelio Velasco-, y cerrado acuerdos con todos los partidos para la renovación de los órganos de extracción parlamentaria.
Sin embargo, en las últimas seis semanas, el ejecutivo ha firmado errores de bulto, como la gestión del brote alimentario y sanitario de la listeriosis -que apunta a convertirse también,a poco que sigan precintando cárnicas,en un brote empresarial-. A ello sumen el nombramiento de la hermana del presidente en un conservatorio cuando una aspirante obtuvo mayor puntuación, y las ‘cosas’ de la consejera de Igualdad, que después de sembrar dudas sobre la brecha salarial, fue cuestionada por su campaña contra la violencia machista, por la aprobación del teléfono de violencia intrafamiliar y porque quiera sustituir la renta básica de inserción por un complemento de renta. No sólo están cabreados los sindicatos y las asociaciones feministas. Las memorialistas están de uñas por la reducción de las ayudas a estos colectivos y las AMPAS porque les intentan convencer de que la ratio de alumnos ha bajado.Asuntos que han oxigenado a la oposición, desnortada por los interminables líos internos del PSOE y por la retirada inesperada de Antonio Maíllo con Teresa Rodríguez de baja por maternidad. De éstas y otras cuestiones les hablaremos a partir de esta noche en la nueva temporada de Acento Andaluz, de lunes a jueves a las 23 horas por los 36 canales de 7 Tv Andalucía.
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